El punto de inflexión de Raúl Fernández: "No lo paso bien y no me apetece estar así en mi vida"

Con la retirada de Aleix Espargaró, la marcha de Maverick Viñales a KTM y Miguel Oliveira a Prima Pramac Yamaha, Raúl Fernández se quedaba como el único piloto con experiencia en Aprilia para 2025. Debía ser su año con el Trackhouse, pero está siendo una pesadilla y el madrileño no lo oculta. 

Tras cinco grandes premios, es 19º, con sólo seis puntos, con un 12º en Austin como mejor resultado. Contrasta con el octavo en la general de su compañero, el novato Ai Ogura. 

El de San Martín de la Vega confesaba que tras la cita andaluza, donde terminó 15º, tocó fondo. “Sinceramente, pasé un muy mal domingo. Para mí fue un poco un punto de inflexión: no lo paso bien y no me apetece estar así en mi vida. Aunque vienes a hacer carreras, para hacer el 17 sufriendo y terminando muerto, pues fue un poco difícil. Gracias a la ayuda del equipo un poco, el entorno y tal, el domingo tuve una cena tranquila, me ayudaron. Para mí, el lunes hubo un punto de inflexión muy bueno en el cual, por circunstancias, hemos podido un poco ‘marear’ con la moto y entender qué cosas pasan, o qué ha pasado, porque, al final, llevo dos años en Aprilia, éste es el tercero, y no tiene nada que ver, no me encuentro nada a gusto con la moto, no podía sacar mi punto fuerte, no sabía cómo llevarla, cómo gestionarlo, probaba de todo encima de la moto y era muy difícil. Entonces, ya llegó un punto en el que estaba entre la espada y la pared. No rindo y no lo estoy pasando bien”, desveló. 

Intentando controlarse

Raúl itía que busca ser optimista y no enfadarse, aunque eso lleva su trabajo. “El domingo lo pasé muy mal, no dormí. Intentas ser positivo, porque creo que la gente que está alrededor no se merece, ni yo, el venir aquí y decir que todo es una mierda o no se entiende. Creo que es un error. Internamente intentas trabajar, pero... lo he intentado. Cuando era pequeño era más caliente de sangre y he intentado controlarlo bastante. He querido ser positivo con el equipo y no ponerles esta presión de ‘todo es una mierda’, porque ves que la gente se va del box a las 11 de la noche y llega a las 7 de la mañana. ¿Cómo le vas a decir a esta gente que se está esforzando al máximo que no hay nada? Intentas ser positivo, tener buena cara, pero, es verdad que no lo he pasado bien. El lunes hubo un punto en el que volví a sonreír y decir: ‘Tengo ganas de ir a Francia’. Esto no me había pasado”.

Cambios en la moto

Fernández quiere ver luz en las pruebas hechas en el ensayo oficial jerezano. "El lunes hicimos un día muy productivo, estoy muy agradecido, sobre todo al equipo, al entorno, trabajamos muy bien, ‘mareamos’ con la moto, probamos ‘setting’ (configuración), hice distancias largas, di casi cien vueltas, fue un día muy importante. Sentí que volvía a entender cosas y volvía a ir rápido. No quiero hablar mucho, porque, al final, un día de test, después de un gran premio, toda la pista engomada, cambia, pero había cosas que vimos, y que se han estudiado después, y que se ha visto que se puede ir por ahí. Al final, es el principal objetivo, volver a saber dónde y dónde no, pasármelo bien y fluir. Creo que me está faltando eso”, explicaba.

Confirmaciones

El que fuera subcampeón de Moto2 en 2021, a sus 24 años, sabe que debe ser cauto sobre si todo irá bien en Le Mans, pero ve señales positivas. “Quiero ver qué pasa. Vienes de una pista muy engomada a pista fría, que cambia. A lo mejor me subo y estamos en la misma situación o le damos la vuelta. El lunes fue un punto de inflexión muy bueno con todo el equipo. Parece que le dimos la vuelta a la tortilla, pero quiero ver qué pasa”, cerraba.