- Ifema Madrid Horse Week Otra vez se va a montar
Carolina Villanueva, 22 años. Juan Matute, 25 años. Salto de Obstáculos y Doma Clásica, respectivamente. Amazona y jinete. Tanto monta, monta tanto. La hípica es el deporte de la igualdad. Hombres y mujeres compiten juntos, sin distinción alguna de sexos según las categorías, y de hecho pueden hacerlo indistintamente sobre caballos o yeguas.
"En mi disciplina hay más hombres que mujeres en el nivel internacional más alto, pero en escalones inferiores hay muchísimas más mujeres que hombres. Creo que todo está cambiando poco a poco y tenemos cada vez más referentes de grandes mujeres en nuestro deporte", explica Carolina. "Es increíble poder aprender de todas... y competir contra ellas. Las mujeres somos fuertes, somos competitivas y vamos a por todas. Estamos aquí para darlo todo y ser las mejores", añade en la charla con Primera Plana.
Tenemos cada vez más referentes; las mujeres somos fuertes, somos competitivas y vamos a por todas
"Si acaso en mi disciplina y en mi país hay más hombres que mujeres, diría yo, pero en Estados Unidos, Alemania, Holanda, Francia, Inglaterra... principalmente el sexo femenino es el más común en la élite. De hecho las tres mejores clasificadas del Campeonato del Mundo de 2022 eran mujeres", confirma Juan. "En ese sentido tenemos algo de 'inferioridad', pero poco a poco demostraremos que el hombre también puede estar en los mejores puestos", bromea. "La Doma Clásica es una danza con un caballo en la que se juzga al binomio. Es por excelencia la disciplina de la simbiosis: cuanta más armonía, cuanta más elasticidad, cuanta más belleza, en definitiva, mucho mejor. Algún día quisiera optar a la medalla de oro en las mejores competiciones", certifica.
Las cifras de licencias hablan por sí solas en lo que a España respecta. El 73% de las personas federadas en este país son mujeres (50.376 frente a 18.394 en cifras correspondientes a 2022, toda vez que los recuentos se hacen a la conclusión de cada año), con una mayoría que, por comunidades y contra lo que suele ser habitual en otros deportes, puede duplicar o triplicar a los hombres. Es un dato significativo, pero hay más en lo que a la paridad respecta: tres de cada cuatro entradas para eventos organizados por la Federación de Hípica son compradas por mujeres y el 73% de la audiencia televisiva de dichos eventos (76% en el caso concreto de la Doma) es femenino.
Interviene ahí Álvaro Arrieta, presidente de Oxer. "La mayor ganadora que tenemos en la Copa del Mundo de Doma en la historia del Ifema Madrid Horse Week es Beatriz Ferrer Salat, que les da sopas con honda a los jinetes. Además en el ranking mundial de Saltos hemos tenido durante muchos meses una amazona liderando. Es un deporte absolutamente paritario en el que compiten mujeres y hombres con las mismas posibilidades", subraya el fundador y presidente de la empresa de marketing deportivo especializada en el mundo ecuestre. "Absolutamente mixto, con todas las letras de la palabra", insiste.
En Estados Unidos, Alemania, Holanda, Francia, Inglaterra... el sexo femenino es el más común en la élite
Cae plomiza la tarde sobre el Club de Campo madrileño, en el que se ha establecido la cita con Carolina, Juan y Álvaro. En el horizonte de noviembre, cercano ya, aparece una nueva edición de la citada IMHW, cuya sede serán los pabellones 12 y 14 de Ifema y en la que estarán presentes los tres protagonistas de este reportaje, compitiendo dos, organizando el tercero, pero de momento conviene atender a las impresionantes historias de Villanueva y Matute. De ella y de él, en fin. De la mujer y del hombre.
Porque la amazona ha regresado a España para perseguir el sueño olímpico, pero lo ha hecho después de vivir... ¡en 15 países! "No soy sólo yo. Somos la familia: mi mamá, mi papá y yo. Por el trabajo de mi mamá me mudaba casi cada año hasta que cuando tenía más o menos diez nos asentamos en Estados Unidos", narra. "¡Eso me ha enseñado tantos valores, he conocido a tantas personas maravillosas y tantas culturas!", enfatiza. Eso sí, "sin olvidar nunca el deporte, que es mi pasión y el objetivo que nunca he perdido de vista: mi prioridad ahora es ser amazona y llegar a lo más alto". Carolina, además, está haciendo último año de Derecho y Relaciones Internacionales: "Entreno cuatro o cinco horas diarias, estudio otras seis... y las que quedan libres las dedico a aprender chino".
En lo que respecta al jinete, que por cierto también pasó por América y de hecho tiene doble nacionalidad, no resulta exagerado hablar de que ha vuelto a vivir: "Estoy perfecto. Mi recuperación desde lo sucedido en 2020 ha sido del ciento por ciento. Sufrí un derrame cerebral causado por una malformación arteriovenosa congénita, que de repente reventó. Tuve la suerte de que estaba mi padre a pie de pista, porque en plena pandemia era el primer día que nos permitían ir al centro deportivo para entrenar. Estaba a lomos de mi último caballo del día y me tuve que bajar porque me mareaba. Me desplomé, perdí la conciencia... y no recuerdo ni el helicóptero que me trasladó al primer hospital al que me derivaron". Juan llegó a recibir la extremaunción y pasó 22 días en coma, pero aquí sigue: "Ocurrió el milagro, el regalo de recibir esa segunda oportunidad... yo diría que tengo dos cumpleaños, el de mi nacimiento y el de ese regreso a la vida. Por eso estoy tan feliz de seguir haciendo el deporte que deseaba hacer".
Hombres y mujeres compiten con las mismas posibilidades; es un deporte mixto, con todas las letras de la palabra
La industria del caballo es un sector floreciente que en España genera más de cinco billones de euros al año y que mantiene más de 60.000 empleos directos, según datos del último estudio publicado por Deloitte. A partir de ahí, en lo estrictamente deportivo, amazonas y jinetes entrenan y compiten para llegar a lo más alto. En igualdad de condiciones. Con la paridad como bandera. Descarga el cielo por fin, pero Carolina, Juan y Álvaro se lo toman con humor mientras se someten a la pertinente sesión fotográfica. "Nos vemos en Ifema", se despiden. Correcto: nos vemos en Ifema.
Los Juegos como sueño común
"Es mi sueño representar a España en los Juegos y de hecho cambié mi vida por eso, regresando a España específicamente para perseguirlo. Poco a poco estoy más cerca de ello. Quiero reconocer la clasificación que se consiguió como equipo, porque hicieron un trabajo espléndido, y ahora simplemente hay que enfocarse en uno mismo: luchar, trabajar y ojalá conseguir la clasificación individual", explica Carolina Villanueva. "Mi sueño desde que tengo uso de razón, diría yo. Decidí que iba a ser mi rumbo, que deseaba representar a mi país en unos Juegos y así poder heredar el escudo olímpico de mi padre. Podría compararlo con hacer el doctorado de cualquier carrera. Optar a estar entre los cuatro seleccionados para mí es un orgullo. Estoy muy ilusionado", confirma Juan Matute.
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