Una soltera de 62 años se queda atónita al conocer la edad de su cita: "Que tenga 16 años no me ha gustado"

Esta noche en ‘First Dates’ se encontraron dos personas que encajaban perfectamente. Estrella, de 62 años, y Periquillo, de 16 años. Aunque la edad de este pueda descuadrar en un primer momento, tiene todo el sentido del mundo, ya que nació en año bisiesto.

Esta ha sido una de las bromas que se han escuchado durante la cena, que ha ido viento en popa en todo momento. "Porque nací un 29 de febrero de 1960”, decía el soltero, algo que a ella le ha hecho mucha gracia: "¿Yo qué hago con un hombre tan jovencito? Me meten en la cárcel 20 años. No, no, no. Eso no me gusta. Que tenga 16 años no me ha gustado, descartado".

"Eso de sentarse en el sofá no. Por la mañana se sale y por la tarde, otra vez. Tengo muchísimas pasiones: tengo a mi nieta, a mi hija, estar con mis perritos y tomarme algo en el bar”, explicaba la soltera, dejando claro que es una persona muy activa.

Eso sí, su idea de hombre le ha resultado muy rara a Carlos Sobera, principalmente por un detalle: "Sobre todo que sean simpáticos, agradables y que no sean celosos para nada. Físicamente me da igual, pero si es feo mejor".

"Que incluso si es feo mejor. Sí, a mí me gustan. Tienen como un atractivo especial. Aparte que así me veo más guapa yo. Me encantan. Me gustan los feos, también tienen derecho. Con facciones grandes, fuertotes y quiero a un hombre que pueda con mi peso. Cuando un hombre es grande y te abraza, pierdes diez kilos de golpe y dices: 'Qué delgada estoy'. Y si te coge un flaquito y te abraza, tienes chicha por todos los lados", explicó.

Periquillo: “¡Qué mujer me han traído!”

Él ha estado más que satisfecho con su pareja de la noche, así lo ha hecho saber: "La he visto y he pensado: '¡Qué mujer me han traído!'. Es muy bella, me ha entrado por los ojos".

Además, le ha traído un regalo: una figura de un buda, que a ella le ha encantado, además, ambos aman los relojes: "Compatibilidad total", han estado de acuerdo los dos, por lo que la segunda cita era más que evidente.

Su amor por los perros y lo bien que se lo han pasado han hecho que la decisión final no sorprenda a nadie: "Una no, más. Ya que nos conocemos, lo hacemos bien. ¿Te parece?", sentenció Periquillo.