"Steve, tengo noticias terribles". Era la madrugada del 18 de enero de 1984 cuando un amigo telefoneó a Steve Kerr, alumno y jugador de primer año de la Universidad de Arizona. En ese solar de nocturnidad sólo hay llamadas escalofriantes. Fue la manera en la que se le comunicó a Steve que su padre Malcolm Kerr, profesor experto en Oriente Medio, había sido asesinado en Beirut donde era el director de la Universidad americana en un tiempo en el qu
Contenido EXCLUSIVO y GRATUITO para socios
¿Ya tienes cuenta?
- Contenido exclusivo
- Sorteos y experiencias exclusivas
- Videoanálisis de jornadas
- Newsletters temáticas
Quiero seguir leyendo GRATIS
Comentarios