Sancin para los tramposos 144744
mircoles, 29 septiembre 2010, 12:13
El pasado lunes asist a una de las peores representaciones teatrales que se han producido sobre un terreno de juego. Marchena se desplomaba sobre el csped despus de darle dos patadas seguidas a Eliseu, que se levant como un rayo y cometi la tremenda torpeza de colocar su cara junto a la del defensa del Villarreal. El ex valencianista, en una accin tremendamente antideportiva, que algunos califican como de listo, pero que para m es despreciable, se tir al suelo como si le hubieran partido la nariz. Atnito, asista al vodevil del campen del mundo, pero intu que, como yo y el resto del mundo, Texeira Vitienes se haba dado cuenta del cuento que le estaba echando Carlos por un gesto que le hizo a un jugador del Mlaga. Pues no, el rbitro se haba tragado la actuacin, ms propia de una comedia cutre estadounidense que de un partido de la Liga BBVA.
Competicin no ha querido repetir experiencia y pagar por una psima comedia, as que ha retirado la roja a Eliseu. Hasta aqu bien, pero qu pasa con los otros protagonistas. Con el hermetismo que rodea a los colegiados nunca sabremos si ese error le costar al trencilla una temporadita en la nevera por ser incapaz de ver lo obvio estando a un metro y mirando (vean el vdeo porque es increble). Lo que s nos queda claro es que Marchena se va de rositas. Ha conseguido dejar a su rival con diez ms de 45 minutos, lo que probablemente pudo decidir el partido, aunque eso nunca lo sabremos.
Pero, aun reconociendo que el defensa ha fingido y ha provocado un error del colegiado, no hay castigo para l. Igual que estoy a favor de castigar a los violentos y las duras entradas, creo que hay que acabar con estas actitudes tramposas. No es nada novedoso ni innovador, no he inventado la plvora, es algo que ocurre en otras ligas y en la UEFA, o si no que le pregunten a Ral y su mano contra el Leeds o que revisen las sanciones de la Premier a los 'despistados' que mantienen sus tradiciones de otros campeonatos y se tiran a la piscina en su estreno britnico. Creo que la nica manera de acabar con estos actos es una sancin posterior que quite las ganas a algunos de dar el salto a la gran pantalla.
P.D. Me imagino que alguno intentar comparar esto con el golpe recibido por Iniesta en San Mams. Buen intento pero no cuela.