Sexo, atletismo y respeto
viernes, 21 agosto 2009, 13:19
Me da a mí en la nariz que el caso de Caster Semenya va a ser un culebrón que va a arrastrarse durante mucho tiempo y que no va a dejar satisfecho a nadie, como aquel añejo de Katrin Krabbe (en el que el dopaje quedó probado, pero al final muchos nos quedamos sin saber si la bella ex RDA fue culpable o cabeza de turco de una máquina de la que ella era un engranaje). Se duda de que sea realmente una mujer o un hombre. Hay quienes consideran complicado opinar sobre ello, como nuestra irable Mayte Martínez (uno de los escasos integrantes de la delegación española que ha cumplido a buen nivel) pero afirman que “parece cien por cien masculina: la cara, el cuerpo, la manera de moverse… Lo tiene todo para ser un hombre. Si me ponen a ella y diez hombres delante, no sabría decir quien es la mujer” (no sé que diría, la verdad, si no fuera tan complicado aunque dudo que Maite tuviera mala intención. Peor me parecen las palabras de la italiana Piccione que dice que “no es una mujer, es un hombre”, sólo porque a ella así se lo parece).