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Aston Martin está decidida a convertirse en la referencia en lo que a superdportivos de producción se refiere. En parte ya lo era con el ultraradical Valkyrie, pero ahora va a complementar la oferta con una segunda baza, no menos avanzada: el Aston Martin Valhalla.
Ya sabíamos de su existencia porque es más que un proyecto desde hace años, pero sólo ahora hemos conocido todos los detalles de su tecnología. Y ya podemos decir que será el Aston Martin más avanzado de todos.
Un rival a la medida del Ferrari F80
Se trata nada menos que del primer híbrido enchufable de la marca de Gaydon (aunque, como en todos los superdeportivos de este calibre, es bastante limitado) y del primer Aston que puede moverse únicamente con electricidad. Lo cual le da un carácter propio respecto al Valkyrie (en el que la electrificación es testimonial).
Otra pecualiridad es la disposición de su motor V8 (4.0 biturbo) de combustión y nada menos que 828 caballos, que se sitúa en posición central. Se combina con tres motores eléctricos: dos para la propulsión del eje delantero y un tercero montado junto a la caja de cambios (de doble embrague y ocho marchas) y al diferencial electrónico trasero. Una configuración mecánica que recuerda mucho al de otro hypercar reciente: el súper exclusivo Ferrari F80.
Porque el Aston Martin Valhalla es un hypercar, en el sentido estricto de la palabra. Es decir, supera los 1.000 caballos de potencia. En total son 1.079 CV (la parte eléctrica aporta otros 251) y nada menos que 1.100 Nm de par
Las prestaciones son... salvajes (como no podía ser de otro modo). Alcanza los 350 km/h, pero porque está electrónicamente limitado. Es más significativa su cifra para el 0-100, que ejecuta en apenas 2,5 segundos. Aunque será anecdótico para muchos de sus clientes, en modo eléctrico el Valhalla puede recorrer hasta 14 kilómetros con una carga y rodar hasta a un máximo de 140 km/h (la marcha atrás es eléctrica también, como curiosidad).
Un prodigio aerodinámico
El Valhalla es 'hijo' del Valkyrie y este, a su vez, es hijo de Adrian Newey... así que la nueva criatura británica no podía sino presumir de un sofisticado sistema de aerodinámica activa. Los números cantan, con 600 kilos de downforce a partir de los 240 km/h... que permanecen invariables hasta llegar a la velocidad máxima.
Para ello, el spoiler delantero activo y el alerón trasero móvil operan en coordinación perfecta, reduciendo sus ángulos para ir soltando carga según acelera (para también proteger los neumáticos, como sucede en el Valkyrie). El ala trasera tiene, además, función de DRS y en las frenadas opera como aerofreno.
Toda esta coreografía perfecta sucede cuando el conductor selecciona el modo más deportivo disponible: el Race. En el EV, Sport y Sport + el alerón trasero no se despliega, pero cuando hay que salir a pista (para ese escenario está pensado el programa más dinámico), emerge en 255 mm hacia arriba expresando las intenciones del hypercar.
La aerodinámica juega su papel, pero también los sistemas dinámicos son clave en el Valhalla. Y estos empiezan por la gestión de la propulsión: los dos motores delanteros -los únicos que impulsan al eje anterior- operan como vectorizadores de par. Detrás, ese papel es para el diferencial electrónico activo, que actua sobre las ruedas posteriores. Además, el motor eléctrico trasero puede actuar como generador para cargar la batería, como aporte adicional de par y como motor de arranque del V8. Los tres propulsores adicionales complementan al térmico para llenar los posibles vacíos de par en los regímenes más bajos.
El Control Integrado de la Dinámica del Vehículo (IVC) gestiona en tiempo real la suspensión, los frenos, la dirección, la aerodinámica activa y los sistemas de propulsión del coche para adaptarse, primero, a cada programa (Aston Martin asegura que cada uno de ellos está claramente diferenciado) y, después, a cada situación de conducción.
El chasis del Valhalla es de carbono, sin duda clave para que el peso no se haya disparado (1.655 kilos son razonables para un PHEV), la suspensión delantera es de tipo push-rod (configuración derivada de la F1), con amortiguadores adaptativos en los dos trenes y los frenos, como no, carbonocerámicos.
Menos de 1.000 unidades
Aston Martin ha confirmado el volumen de producción del Valhalla, que se ha fijado en 999 unidades (algunas más que el F80)... pero aún no ha desvelado su precio. No debería tardar mucho ya que la producción del segundo hypercar de Gaydon se inciará en apenas seis meses...
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