- Tesla. La campaña política de Elon Musk castiga duramente a Tesla en Alemania
- Tesla. Model Y 2025: así es el renovado SUV que nos propone Elon Musk
Lo que hace apenas unos meses parecía imposible se ha hecho realidad hoy. Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de América y hasta hace poco un 'hater' de los coches eléctricos se va a comprar... ¡¡un Tesla!! Y lo ha hecho con luz y taquígrafos, delante de su ahora amiguísimo -y miembro de su ejecutivo- Elon Musk y ante el mismísimo despacho oval.
La escena fue realmente explícita: los jardines de la Casa Blanca 'tomados' por la gama de vehículos de la marca de Elon Musk, con el Cybertruck en primera línea, y una comparecencia conjunta ante la Prensa de los dos (más el pequeño X Musk) junto a los coches, con 'prueba de conducción' incluida del presidente.
Un espaldarazo a Elon Musk
Ni que decir tiene que este gesto ha sido enormemente criticado por los anti-Trump al ser considerado como una campaña gratuita de la istración americana de apoyo una marca concreta, Tesla, algo muy mal visto en EE.UU. por mucho que su CEO sea uno de los del Gobierno. De hecho, hasta las cuentas oficiales de la Casa Blanca se hicieron eco del acto en el que varios modelos de la gama Tesla aparecieron en los jardines de la residencia presidencial con Elon Musk (y su cada vez más mediático hijo) presentes.
En su propio perfil de X, el propio Trump emitió un mensaje explícito de apoyo a su socio: "Elon Musk se ha puesto en primera línea para ayudar a nuestra nación y está haciendo UN FANTÁSTICO TRABAJO", escribió el presidente americano. "Pero los radicales lunáticos de izquierdas, como suelen hacer, están intentando boicotear a Tesla, uno de los principales fabricantes mundiales y creación de Elon. [...] Voy a comprarme un Tesla mañana mismo en señal de apoyo a Musk un gran americano".
Trump, de hecho, señaló a los periodistas el modelo que va a adquirir hoy mismo si cumple con sus palabras: un Tesla Model S Plaid (de más de 1.000 caballos de potencia) "y de este mismo color", dijo señalando al vehículo rojo aparcado tras él, al que no dudó después en subirse con Musk de copiloto.
La anécdota llegó después cuando uno de los reporteros le preguntó cómo pensaba pagarlo: "Le firmaré un cheque, lo haré a la antigua usanza. Me gusta más que las formas modernas de mover el dinero", bromeó Trump, que añadió una nueva bravuconada: "Y no quiero que me haga ningún descuento". Incluso llegó a proponer una palabra para una posible placa de matrícula personalizada: "Truth" (Verdad), dijo.
Los defensores de los republicanos, para hacer frente a las críticas, han recordado una escena del anterior presidente, Joe Biden, subiéndose a un Jeep aparcado también en las inmediaciones de la residencia presidencial.