Los días malos construyen días mejores. Rafa Marín, central del Alavés cedido por el Real Madrid, ha aprendido una lección necesaria en su sexto partido en Primera. Porque en la vida es importante recordar que todos tenemos la capacidad de levantarnos después de una caída. No importa cuán grande o difícil sea el obstáculo que se presente, siempre hay una oportunidad para aprender, crecer y avanzar. Y a Rafa... le llegó su oportunidad en Balaídos.
Era el minuto 35 y una jugada que no tenía ningún peligro se convirtió en letal para los hombres de Luis García Plaza: posesión para el Alavés sin mucha presión del conjunto local (que todavía no había sido capaz de meter en casa), el balón le llega a Rafa Marín y sin mirar, por simple automatismo cede atrás a su portero, Sivera, que no estaba donde él esperaba, por lo que la pelota se dirige directamente a la portería, sin remedio. Presionado por Iago Aspas, el '16' babazorro confió en que Sivera estaría en el corazón del área, frente a su portería, cuando cedió atrás un balón que acabó convertido en un gol en propia puerta que ponía el partido cuesta arriba para el Alavés.
Las cosas pueden salir mejor o peor, pero lo importante es levantarse e ir a muerte, hasta el final
Rafa Marín
Aprendizaje necesario
Un momento complicado para el joven central que sirvió también para ver el lado positivo de todo problema. El primero lo regalaron Bamba y Iago Aspas, que no dudaron en acudir a consolar a su rival, pese a que la alegría la llevarían por dentro. El otro fue la reacción de Rafa Marín ante el error. El central exhibió su gran personalidad para reponerse de manera sobresaliente. Una respuesta a una situación de tensión que marca la diferencia: donde otros acabarían desapareciendo entre un mar de dudas, Rafa mantuvo el tipo pese a su juventud. "Este equipo tiene personalidad. Las cosas pueden salir mejor o peor, pero lo importante es levantarse e ir a muerte, hasta el final. Este punto tiene valor y el domingo tendrá más si ganamos en Mendi", analizó en sus redes sociales.
87% de efectividad en el pase, 11 recuperaciones (8.2 de promedio en esta temporada), más 80% de duelos ganados, 33.2 km/h de velocidad máxima.... son algunos datos de la reacción de Rafa Marín. Y es que después de la acción del 1-0 el central se mantuvo firme, no se escondió... y su entrenador lo valoró positivamente tras el empate: "No tengo nada que reprocharle. Ha hecho un partidazo. Se pueden cometer errores pero lo importante es que luego la gente se rehaga. Es que tenemos jugadores muy jóvenes y, repito, hay que pagar los peajes. Rafa es muy joven también y ha sabido reponerse y luego destacar", comentó Luis García Plaza en la rueda de prensa posterior al partido. Lo intentas, te equivocas y te levantas.
