- Tercero. El Atlético se queda el cajón
- Koke. "Este equipo la temporada que viene puede ir a por más"
"Ha sido una temporada muy dura y difícil", deslizaba Simeone todavía en las entrañas del Reale Arena de San Sebastián. Aliviado por el tercer puesto, por seguir en ese cajón del que no ha bajado al Atlético en 10 años, el argentino sabe que necesitan descansar y afrontar la próxima temporada con el objetivo de mejorar una campaña difícil y para olvidar.
Un curso marcado por la irregularidad, la fragilidad defensiva y los resultados que fueron condenando al equipo mientras perdía los cuatro títulos a los que optaba. Tras ganar LaLiga cuesta asimilar, entienden en el vestuario, una campaña donde se cumplió el objetivo mínimo... pero donde se aprendió para mejorar el curso que viene. En definitiva, borrón y cuenta nueva.
Perdió la esencia del Cholismo
Construir el equipo desde atrás ha sido una característica desde que llegó el técnico que llevó a Courtois y Oblak a ganar siete Zamoras. Este curso, como reconocen los propios jugadores, se perdió esa seguridad que apenas se ganó en las últimas jornadas. La llegada de Reinildo en enero mejoró una defensa que sufrió tanto con la pérdida de Trippier como con las lesiones de los centrales, que tampoco estuvieron al nivel del curso anterior.
Diciembre y enero marcaron el curso
Mientras el equipo no arrancaba atrás se fueron perdiendo los títulos. En diciembre se dijo adiós a LaLiga con cuatro derrotas seguidas. En enero se perdió la Supercopa y la Copa mucho antes de lo esperado. El campeón de LaLiga se quedaba sin objetivos reales mediada una temporada en la que Simeone ha reconocido no dar con la tecla y su parte de culpa con las decisiones que fue tomando.
Mareo de sistemas
Fue el propio Cholo el que confirmó que se mareó entre sistemas. Lo probó todo pero nada acababa de funcionar, lo que provocó "mareos" en palabras del técnico, que hizo más autocrítica que nadie en la entidad. El mensaje de la previa del sábado fue claro. A él no le vale con meterse en Champions, él quiere ganar títulos. Y eso, de cara al futuro, es fundamental. Demostrar la ambición que quizá falta en otros estamentos de la entidad pero que un ganador como Simeone tiene.
Las alegrías, en Champions
Oporto y Old Trafford fueron los dos grandes alegrías del curso. Dos subidones que invitaron a pensar en grandes sueños que se cercenaron ante el Manchester City. Los rojiblancos acariciaron las semifinales pero murieron en la orilla en una temporada que no acabó de levantar el vuelo. El camino del futuro, eso sí, pasa por mostrar las cualidades de equipo serio que puede "volver a competir con los mejores", como reconoció Koke en San Sebastián. Y en la Champions enseñó que puede lograrlo.
Un fin de fiesta aceptable
LaLiga de 14, tras el batacazo ante el Levante, sirvió para remontar el vuelo, ganar 10 partidos y empatar dos. Números que le permitieron abrochar la Champions y remontar 12 puntos al Sevilla (14 a la Real Sociedad y 10 al Betis) para acabar en el podio. Este es el camino a seguir, entienden en la entidad y en un vestuario que espera que la temporada que viene nada tenga que ver con la actual.