Pese a que llegó a decirse que la confianza entre sí nunca fue plena o que ningún entrenador entendió mejor a Morata como Maximiliano Allegri en la Juventus, nada más lejos de la realidad, pues a los 30 años el delantero del Atlético atraviesa el mejor momento de su carrera después de una franca conversación que mantendría con Simeone durante el pasado verano. Hasta el punto que el pichichi rojiblanco lo tiene claro. "No hay nadie que represente mejor al club, es el entrenador perfecto para el Atlético de Madrid", destacaría durante el I Torneo Benéfico de golf organizado por su Fundación.
Aunque El Cholo nunca le ha regalado nada, alternando el tiempo de juego de Morata con Diego Costa, primero, y Memphis, en la actualidad, el técnico llegaría a la conclusión tras finalizar el curso pasado de que era la hora de que Morata diera un paso adelante. Nunca había dudado de su compromiso, de su entrega y de su capacidad para gozar de oportunidades, pero entendía que los goles que se le había ido al limbo bien por decisiones arbitrales o por disputas con las defensas debían traducirse en una mayor producción anotadora. Por eso le exigió al menos 18 dianas en el curso.
Un guante recogido por un Morata que, con medio Calcio suspirando por su regreso y con los millones de Arabia llamando a su puerta, escucharía de su técnico lo que siempre había querido: que contaba con su plena confianza y que no quería otro 9 que no fuera él. Su satisfacción la expresaría una vez llegada la competición, con siete goles que aúpan al Atlético a la lucha por LaLiga y la Champions.
De ahí que, con la cautela que permite el fútbol, Morata augura matrimonio duradero con El Cholo. "Es imposible predecirlo, nunca sabes lo que puede pasar en el fútbol, este verano he estado en ocho equipos diferentes. Aquí estoy, muy contento y creo que esta temporada podemos hacer una gran temporada, tenemos mucha confianza", zanjó.
