Tras el descenso, el Granada está obligado a redefinir su hoja de ruta para competir en Segunda, misión que podrá asumir con el privilegio de contar con la segunda plantilla más valiosa de la categoría, una ventaja estratégica que tendrá que saber utilizar para que el músculo financiero se sienta sobre el césped.
Después de desprenderse de varias piezas como Soro o Callejón y de despedirse de los cedidos, la plantilla nazarí, según el portal especializado Transfermarket, estaría valorada en 51,2 millones de euros, sólo por detrás de la del Almería, tasada en 82,5 millones después de varias operaciones en las que los indálicos han tirado de chequera para ir configurando un equipo intimidante.
Granadinos y almerienses superan a sus competidores de forma holgada, quedándose muy por encima de los 35,2 millones del Cádiz, otro de los recién descendidos, o los 23,5 del Elche, 22,9 del Zaragoza, 22 del Levante, los 21,7 del Oviedo o los 19,05 del Eibar, todos candidatos a luchar por el ascenso.
Un activo muy valioso
Entre sus activos más valiosos, el Granada tiene a Uzuni, con una tasación de ocho millones de euros, seguidos muy de cerca por Boyé y Arezo, a los que tasan en siete millones de euros.
El otro grueso del valor de los nazaríes se encuentra en su medular, con Villar, Sergio Ruiz, Hongla, Melendo y Jozwiak, todos con un valor entre los dos y los tres millones de euros.
El reto para los granadinos será conservar ese valor o aumentarlo durante el mercado veraniego, con el riesgo de perder algunas de sus piezas más cotizadas.
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