Julián Calero puede vivir su 'segundo ascenso' con el Levante: como rival... y ahora como actor principal

Julián Calero está a punto de hacer historia con el Levante. Le quedan dos finales. En el momento en que sume un triunfo -si no gana  el Elche y el Mirandés- lo habrá logrado. Sea ante el Burgos en El Plantío o el Eibar en el Ciutat de Valencia. El caso es que el preparador madrileño está cerca de llevar a la gloria a un club que estaba asfixiado económicamente y que la única solución era el ascenso sí o sí para minimizar ese problema.

Calero es uno de los artífices de que este Levante haya hecho una temporada como tal. Posicionándose de forma sigilosa durante todo el ejercicio, yendo de tapado por momentos hasta el punto de que sacar la cabeza en el tramo final. En el momento de la verdad y ahí ha respondido su plantilla a la presión que eso suponía.

Sé que es histórico conseguir un ascenso, pero nos queda tarea por hacer; quedan dos partidos y nos queda lo más difícil. Es el momento de la seguridad, confianza, pausa, de no venirse arriba y saber que las cosas no se completan hasta que se llega al final

Calero (técnico del Levante)

El caso es que está a las puertas de celebrar un ascenso a Primera histórico. Otro más para los granotas que llevan poco más de 20 años en los que han transitado entre ambas categorías y este será el cuarto ascenso en este margen de tiempo. Antes lo logró en 2004, en 2008, en 2017 y ahora está muy cerca de repetirse.

Aquella tarde en el Ciutat de hace ocho años

Calero guarda una historia muy curiosa. Porque estuvo en el último ascenso del Levante a Primera... pero en el banquillo visitante. Aquel duelo entre el Levante y el Oviedo que se saldó con el gol de Postigo supuso el del último ascenso. El equipo asturiano estaba dirigido por Fernando Hierro que aquella temporada decidió contar con los servicios de Calero dentro del staff técnico. Como segundo de a bordo. Y vivió el fiestón del ascenso del cuadro azulgrana aquella tarde-noche del 29 de abril de 2017 en el Ciutat de Valencia.

Un privilegiado. Aunque en este caso lo puede vivir en primera persona si todo transcurre como toca dada la inercia del equipo granota. El destino ha querido que así sea. Que lo pueda disfrutar en su máximo esplendor y no desde la barrera como aquella primaveral tarde en el Ciutat hace ya ocho años.

Puede darse en una de sus 'casas': El Plantío

El destino ha querido que la primera bola de partido para subir sea en el campo del Burgos. En El Plantío. Esa fue la casa de Calero durante cuatro años. Logró el ascenso al fútbol profesional del equipo burgalés. Y en esta ocasión puede vivir el ascenso a Primera división con el Levante en un territorio más que conocido donde dejó un buen sabor de boca y donde se alegrarán si finalmente se da en esta 41ª jornada de Liga en Segunda división.