AMuriqi se le podrán achacar muchas cosas, pero nunca falta de carácter o de sentido de la responsabilidad. El delantero kosovar, que iba camino de firmar una tarde negra marcando en propia puerta y fallando un penalti, encontró el perdón de Son Moix regresando a los once metros para dar los tres puntos a Mallorca en el minuto 97 y apuntar hacia Europa.
Lo que pasó en territorio balear solo se explica desde el punto de penalti. El partido pudo ser como otro cualquier -iba camino de serlo- pero la locura se desató en el tramo final con una sucesión de acontecimientos que llevaron el balón al punto fatídico hasta en tres ocasiones, la última en el decisivo minuto 97.
Antes, Joan García se había hecho gigante. El portero del que se olvidó Luis de la Fuente en esta última convocatoria de la selección, volvió a dar un recital para postularse como el mejor portero de esta Liga. Detuvo un penalti a Muriqi, hizo lo propio con Abdón pero una carrera a destiempo de Cheddira para acudir al rechace anuló esa segunda parada y permitió a Muriqi acabar con los milagros del meta 'perico'.
Hasta el minuto 60, decíamos, el partido había transcurrido por los cauces normales de un enfrentamiento parejo entre un equipo que pelea por Europa y otro que no consigue alejarse del descenso. Dominó el Mallorca territorialmente gracias a las incorporaciones de Mojica y la versión más parecida de Darder a aquella que maravilló en Barcelona, precisamente en un Espanyol al que este sábados se encontraba.
Asano y Edu Expósito lanzaron los únicos avisos serios y, al comienzo del segundo acto, Muriqi remató de manera desafortunada hacia su portería para regalar un gol al Espanyol. Minutos más tarde, se desencadenó la locura. El Hilali regaló un penalti a Mojica en el 60' que Muriqi trató de transformar. Se lució Joan García, que acumula exhibiciones con la misma facilidad que Lewandowski o Mbappé goles. Pero es portero y juega en el Espanyol. Por lo que pasa más desapercibido.
Iba Muriqi camino de una nefasta tarde pero todo empezó a arreglarse en las botas de Darder. El centrocampista asistió a un preciso Asano en el tanto del empate y el Mallorca se lanzó a por más. Arrasate movió el banquillo y Abdón dispuso de la oportunidad anteriormente demandada. Respondió pronto la leyenda bermellona, pero a medias. Forzó un nuevo penalti pero tampoco pudo con Joan García.
El VAR entra en juego
Fue entonces cuando el VAR entró, por segunda vez, en juego. Antes ya había hecho rectificar a Quintero González con un riguroso penalti. Ahora fue para apuntarle que Cheddira, en el momento del golpeo de Abdón, se había metido en el área antes de tiempo.
Iba Maffeo, en el minuto 97, con el balón en la mano dispuesto a asumir el tremendo reto de batir a Joan García. Pero fue entonces cuando Muriqi levantó la mano. No se arrugó el kosovar, que quería obtener el perdón de Son Moix. La puso en la escuadra y acabó con los milagros del meta 'perico', los empates del Mallorca y disparó las ilusiones hacia Europa. Por intentarlo no quedará, desde luego.
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