Athletic y Mallorca se reparten los puntos en un duelo escaso de calidad en el que los dos equipos estuvieron la mayor parte del tiempo por debajo de la electricidad demanda. El momento estelar del partido estuvo en el par de minutos que fueron entre el gol de Raillo y el de Nico. El resto se cortó por un patrón mucho más seco y los leones dejaron pasar una estupenda oportunidad para aprovechar el tropiezo del Villlarreal.
El plan de Valverde incluyó de inicio a Peio Canales, al que el entrenador situó como enganche en una línea que en las bandas tuvo a Nico y Berenguer. Esta vez le tocó a Iñaki pasar por el banquillo. El mayor de los Williams tiene una alta carga de minutos en sus piernas y el técnico prefirió que tomase aire para evitar problemas a futuro. Más todavía sabiendo que Iñaki debería ser uno de los baluartes este jueves, cuando el Athletic intentará remontar a la Roma para acceder a los cuartos de final de la Europa League. En esa aspiración llamó la atención que Nuñez no estuviese como titular, cuando las bajas de Vivian y Yeray para el cruce con el conjunto gialloroso le anuncian como pareja de Paredes para tratar de contener al potente Dobvyk. La otra opción pasaría por dejar en el banquillo a Nuñez y retrasar unos metros a Prados, para que jugase de central junto a Paredes, siendo éste el que en más ocasiones se ocuparía de Dobvyk.
Canales tuvo dos chispazos en una primera mitad en la que no hubo tiempo para que prendiese la llama y se hiciera fuego. El Mallorca jugó a esperar y al Athletic le costó la vida acercarse con bien a la portería rival. Canales movió lo que pudo. Igual que Nico, que arrancó con fuerza un par de veces en el arranque y con el partido ya hecho bola en el esternón trató de inventar un centro para Berenguer al que llegó bien Greif. El Mallorca se soltó un par de veces. La primera al poco de empezar, cuando Paredes calculó mal y Asano recogió un balón para que Muriqui rematase alto. Después, al borde del descanso, Sergi Darder remató desviado. Por el medio, cada falta lateral o córner para el Mallorca era sufrimiento para el Athletic al tener que defender a Muriqui, Copete, Raillo o Valjent.
La apatía regularizó un partido que se descubrió diferente con el gol de Raillo, rematando un córner con ímpetu y extraordinaria puntería. Fue como si aquello abriese la puerta secreta de un escenario en el que los actores tenían otros registros más agradecidos por el público. Empató el Athetic en la siguiente jugada tras un genial centro de Gorosabel que cabeceó Nico.
Desde ahí y hasta el final hubo incertidumbre y emoción, aunque no grandes ocasiones. Las más claras fueron de Samu (65'), rematando desviado una buena jugada del ataque mallorquín, e Iñaki Williams (70') cruzando demasiado un intento desde dentro del área. El Athletic vivió ese tramo más tiempo en campo rival, pero sin la finura necesaria para abrir huecos en una zaga bien aprendida. El último remate lo hizo Unai Gómez (88') tirándose en plancha y en la anteúltima jugada antes del final el Mallorca pidió penalti de Gorosabel a Dani Rodríguez. Valvede y Arrasate se despidieron con un entrañable abrazo y alguna que otra confidencia.
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