El Nuevo Arcángel ya es 'Victorious' en 2025... y de qué manera. Paliza (5-0) al Granada de un Córdoba que se coloca a un punto de su rival, muy cerca de los puestos de playoff de ascenso y se gana el derecho a soñar. Es el tercer triunfo seguido del equipo de Iván Ania, que volvió a sumar +3 en su estadio después de tres derrotas seguidas delante de su afición.
El Granada, en un día para olvidar, se estrelló contra Carlos Marín y hasta el travesaño. La afición desplazada acabó muy enfadada, cargando contra sus jugadores y el entrenador, Fran Escribá.
El Córdoba encarriló el partido muy pronto. En el minuto 7, Álex Sala anotó en la segunda acción tras un saque de esquina que había lanzado él mismo. El Granada se levantó rápido y tuvo el empate en un mano a mano de Rebbach y en una falta desde la frontal de Lucas Boyé, pero en ambas ocasiones apareció Carlos Marín. Y, en cambio, el segundo tiro entre los tres palos del Córdoba, pasado el ecuador, fue el 2-0. Álex Sala, de nuevo, encontró la red con un tiro en el que acaso Luca Zidane pudo hacer algo más.
Aunque al Granada le costó más digerir este segundo mazazo, siguió haciendo méritos para marcar algún tanto, por ejemplo con un trallazo de Hongla al travesaño poco antes del descanso. Lucas Boyé mandó alto el rechace. Adilson, que acabaría la primera parte lesionado, también pudo marcar con un tiro alto desde dentro del área.
En la segunda parte, un golazo de Carracedo (sustituto de Adilson) desde la frontal sentenció el partido. El Granada siguió perdonando ocasiones, como una de Borja Bastón que sacó Carlos Marín con la cara. Los nazaríes lo intentaron de todas las maneras, sin suerte y con escasa aportación de los cambios.
El final de encuentro pasó de plácido a fiesta total en el Córdoba. Pedro Ortiz marcó el 4-0 y Luca Zidane personalizó el mal día del Granada al meterse el balón dentro de su portería tras intentar blocar un saque de esquina, en una jugada en la que, además, acabó lesionado y retirado en camilla.
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