Álvaro Martín es de bronce. De su cuello ya cuelga una medalla olímpica tan esperada como peleada y la emoción le desborda al hablar de lo conseguido a los pies de la Torre Eiffel. "Me decían que era el favorito y lo he asumido como una responsabilidad, no como una presión", aseguraba a Radio MARCA con una sonrisa de oreja a oreja.
"Ha sido una carrera durísima, han caído grandes favoritos, cuarto ha sido el actual campeón olímpico (Massimo Stano) y eso habla del gran nivel que ha habido con dos marchadores que han estado muy por encima de mí", explicaba asegurando que lograr la tercera plaza no ha sido una tarea fácil.
Hoy ha habido dos atletas muy superiores a mí y el bronce no ha sido fácil
Vida monacal: a dormir a las diez
"Yo siempre he sabido que no soy el mejor del mundo, que no tengo la genética que otros tienen y que me ha tocado trabajar como el que más. Pero creo que en eso, trabajo y sacrificio, sí soy el mejor del mundo", se sinceraba el extremeño, que siempre ha declinado los halagos de quienes le dicen que es un 'superhombre'.
Siempre he sabido que no soy el mejor del mundo, que no tengo la genética que otros tienen
"Y cuando hablo de sacrificios no hablo sólo de mí. Mi familia, mis amigos, mi pareja, que asumió durante la preparación comer a las 12h, cenar a las 19h e irse a dormir a las 22h. Somos jóvenes, pero hay que llevar na vida monacal. Un gran sacrificio para obtener una gran recompensa", sentencia pensando siempre en los suyos.
La "putada" del relevo
Otro sacrificio que apunta en el horizonte es el de contenerse a la hora de celebrar esta medalla pensando en el relevo mixto que se disputará el próximo miércoles 7 de agosto. "Quiero pelear por otra medalla, pero es una buena putada, con perdón de la expresión, porque hoy saldría a quemar París y me va a tocar joderme. Mañana mismo hay que madrugar y no me puedo tomar ni una cerveza".
Quiero una medalla en el relevo y me toca 'joderme', porque hoy saldría a quemar París
Quien quizás sí pueda celebrar algo más sea su entrenador, José Carrillo, quien le ha llevado de la mano a conquistar todos sus éxitos: "Es un hombre soñador e inspirador y no dudé en irme de Madrid a Cieza para entrenar allí con él. Siempre nos anima a ser humildes y a la vez ambiciosos y se merecía esta medalla olímpica después de un cuarto puesto y dos quintos: ¡por fin podrá cumplir su promesa de romper el sombrero de paja!"