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Red Bull llegó a un acuerdo con la FIA por saltarse en 2,1 millones de euros el límite presupuestario del año pasado. Una decisión que se tomó justo antes del Gran Premio de México, y alegando que no habían entendido bien algunas de las exclusiones permitidas.
Conclusión: siete millones de euros de multa, así como una reducción del 10% en su desarrollo aerodinámico permitido para los próximos 12 meses. Horner consideró ya en aquel momento que se trataba de algo "enorme", tal vez desmesurado. Pero lo mejor era aceptar y seguir hacia delante.
Christian Horner acepta que pudieron hacer las cosas mal, pero cree que ahora debe abrirse otra nueva vía de investigación para saber qué ha pasado. "Las acusaciones hechas en Singapur fueron extremadamente molestas para todos los del personal, todos nuestros socios, todos los involucrados en Red Bull", afirma sobre el tema en unas declaraciones recogidas por 'Motosport'.
"Obviamente, cualquier manera de filtración es enormemente preocupante. Es algo que esperamos que se investigue", añade.
También se muestra un tanto autocrítico. "Asumimos que hay lecciones que aprender. Se han cometido errores en nuestra presentación, que con el beneficio de la retrospectiva y a posteriori todo el mundo puede ser un especialista", sostiene.
Pero cree que no actuaron de mala fe, "no hubo nada deshonesto, y no hubo ninguna trampa como se ha alegado en ciertos sectores. Así que no creo que tengamos que pedir disculpas", reflexiona Horner.
La paliza pública
Además, considera que Red Bull "probablemente se merece una disculpa de algunos de nuestros rivales por algunas de las afirmaciones que han hecho", y que el equipo, por su parte, "no se disculpará por la forma en que hemos actuado", porque creen que es la correcta.
"Creo que se han aprendido lecciones. Todo el mundo puede aprender de esto. Hemos recibido una paliza en público, hemos recibido una paliza muy pública, a través de las acusaciones que han hecho otros equipos", sostiene Horner en mencionadas declaraciones.
"Nuestros pilotos han sido abucheados en los circuitos. Y el daño a la reputación que se ha hecho con las acusaciones ha sido significativo. Ha llegado el momento de que eso se acabe", sentencia el jefe de Red Bull.