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Jorge Martín es de hierro, en todos los sentidos. Su mote de Martinator llegó por su capacidad para reponerse de las lesiones, en especial una en Portimao 2021, pero también por su fuerza de voluntad, su tesón, para mejorar hasta convertirse en el mejor piloto del mundo en 2023. Eso fue sólo por un día, tras el sábado de Indonesia, porque Bagnaia ya le quitó el liderato y nunca más volvió a él.
Pero este 2024 es diferente. El madrileño buscaba consistencia y se ha convertido en una roca. También en lo mental, donde es capaz de sobreponerse a su error estratégico en el GP de San Marino con dos segundos puestos en casa de sus rivales y marcharse en la general a 24 puntos de renta con Pecco.
Sin duda, el inesperado accidente del '1' contribuyó. El turinés aguantó tras la salida, pero estaba dubitativo y se vio superado por Jorge y Bastianini. Luego, empezó a ir más fuerte, pero besó el asfalto. Más tarde, se quejó de sus neumáticos. "No es normal que durante 15 vueltas no me funcionara la goma trasera, nunca vi que le pasara a nadie. No frenaba bien. En Michelin hasta me dijeron: 'Lo siento'", confesó.
Ni hubo investigación
Pero Bagnaia encontró un aliado en su vecino de box, La Bestia, que forzó un adelantamiento a Martín en la curva 4 de la última vuelta. Se lanzó recto, Jorge tuvo que levantar su máquina e irse a la escapatoria. Enea, igualmente, miró a ver si el español se había caído ya más allá del piano.
Nadie hizo nada. La Dirección de Carrera ni abrió una investigación, con lo que el de Rímini, a pocos kilómetros del circuito, ganaba, mientras que Martinator hacía un corte de mangas del que se arrepentía casi al momento.
Jorge, en un principio, por supuesto dentro de su cabreo, acataba que todo quedara en un lance de carrera. "Que te tiren fuera de la pista no es lo que esperaba, pero es lo que hay, así que no hay mucho que comentar, él también se lo merecía...", decía más conciliador.
La Bestia, por supuesto, minimizaba todo y hasta hablaba de un bloqueo anterior del '89'. "Entiendo que no esté contento, pero fue un buen adelantamiento. Él me cerró antes", decía con la sonrisa del pícaro al que no han castigado tras hacer algo cuanto menos reprobable.
Pecco, con Enea
Bagnaia, beneficiado en puntos, se ponía del lado de su vecino de box. "Un adelantamiento de carrera. Es normal. A mí me pasó lo mismo con Jorge en India, igual, igual y pasó lo mismo. Así que pienso que es un adelantamiento de carrera y no tendría sentido... ésta vez han tomado una decisión correcta", soltaba insinuando que otras veces no fue así en su contra.
Marc Márquez, contracorriente
Casi todos lo analizaban así hasta que llegó Marc Márquez y abrió los ojos a Jorge. "Es la única manera de adelantar con estas motos. Pero él se fue fuera de la pista. El adelantamiento ha sido limpio, agresivo y al límite, típico de la última vuelta. Recuerdo que en Assen, Enea me adelantó así y yo me vi fuera de la pista. No dije nada porque fue limpio y él se mantuvo en pista. Para mí, estuvo bien y forma parte de las carreras, pero el que tiene que hacer el adelantamiento, tiene que mantenerse siempre en pista. Ese es mi punto de vista", afirmó diciendo que La Bestia debía haber cedido una posición.
Martín, reafirmado, ya calificó diferente la acción. "Sabía que lo tenía detrás y tenía confianza. Sólo cerré la trazada para no dejar a nadie entrar. Si él entró, fue porque tuve que levantar la moto. Él también se fue fuera. Fue un poco excesivo", soltaba.
Eso sí, en lo que tiene razón el del Prima Pramac es que daba igual hablar, que no iba a cambiar nada. Se le nota que está mordiéndose la lengua en muchos aspectos y que no quiere ni valorar ciertas circunstancias con Ducati. Quizá, cuando se vaya, sea con el título o sin él, sea todo lo explícito que le gustaría. Toca resistir, aunque sea de forma bestial, para acabar líder y llevarse el '1' a Aprilia.
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