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Es una realidad, los vuelos y las misiones espaciales tienen muchísimos riesgos y aunque todo esté calculado bajo la más estricta concreción, algo puede fallar y esto puede resultar, desde fatal, hasta solucionable, pero asumiendo riesgos y eso es justamente lo que no quiere que suceda la NASA.
Todo comenzó el 5 de junio de 2024, cuando dos astronautas despegaron para lo que debía ser una misión de únicamente 8 días, ni más ni menos, pero no fue así, y ya llevan dos meses en el espacio.
Esto fue debido a que su nave, el Starliner, tuvo una serie de problemas técnicos, que dificultó que esta pudiera acoplarse con la facilidad calculada a la Estación Espacial Internacional. Esta sufrió varias fugas de helio, la cual se encarga de propulsar la nave.
Cabe mencionar que esto no dejó en un buen lugar a la empresa que se encargó de realizar la misión, que fue Boeing, que además, era el primer intento de mandar una misión tripulada al espacio y por la cual recibió la cantidad económica por parte de la NASA de 4.200 millones de dólares.
Elon Musk da un golpe a Boeing
Tanto la NASA como Boeing, intentaron encontrar la manera de traerlos a casa de vuelta en el Starliner, pero finalmente será otra nave quien lo haga. Y la elegida por la NASA no ha sido la que inicialmente comenzó la misión. Esta será SpaceX de Elon Musk, la cual le asesta un golpe bestial a la empresa competidora.
Esta decisión también tiene consecuencias para los astronautas, Butch Wilmore y Suni Williams, que según los cálculos que se están realizando, volverán a la tierra aproximadamente en febrero de 2025, y lo harán en la nave de SpaceX Crew Dragon. Debido a esta operación que va a realizar la empresa de Elon Musk, esta recibirá por parte de la NASA un total de 2.600 millones de dólares.
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