Santiago Niño-Becerra fue uno de los pocos economistas que pudo predecir la crisis del 2008. Ahora ha vuelto a alzar la voz para pronosticar las consecuencias que tendrán las nuevas medidas del Gobierno, una propuesta que servirá para ahorrar energía.
El Ejecutivo ha determinado que la temperatura de los aires acondicionados de las tiendas no podrá bajar de los 27 grados y los carteles luminosos y escaparates deberán de apagarse a medianoche.
Niño-Becerra advierte de las consecuencias
El economista ha declarado que el Gobierno podría haber tomado otras medidas y restricciones antes que las impuestas: “Me parece que es muy estético. Si se quiere ahorrar energía, por ejemplo, creo que sería mucho más útil fomentar de verdad el teletrabajo y el transporte colectivo que no reducir la temperatura a 27 grados en comercios y restaurantes, que esto va a ahuyentar clientes”, explicaba Becerra.
Además, Santiago ha recalcado que lo que los líderes políticos tienen que buscar es la estabilidad de la economía: “Para la economía lo mejor es que haya estabilidad. Esta necesidad de estabilidad va a ayudar a que disminuya la tensión en la zona de Ucrania y el este de Europa. Y en Taiwán es más un tira y afloja de mantener una tensión, pero sin llegar a mayores porque a nadie le interesaría un conflicto bélico”, apuntaba.
¿Quiénes quedan exentos de esta medida?
El nuevo plan de ahorro energético propuesto por el Ejecutivo no afectará a centros sanitarios y hospitales, colegios, universidades y guarderías, peluquerías, lavanderías, gimnasios y medios de transporte. Estos establecimientos no tendrán que cumplir el mínimo de 27 grados en verano ni el de superar los 19 grados en invierno.
Por lo tanto, estos límites de temperatura se establecerán en las zonas interiores de edificios y locales de uso istrativo, uso comercial, restaurantes y espacios culturales entre otros.
Comentarios