Miles de aficionados llenaron la plaza en la que se encuentra el Monumento a la Libertad en el centro de Riga para celebrar el regreso de la selección letona de baloncesto, que se hizo con el quinto puesto en el Mundial.
Para entusiasmo de sus seguidores, Letonia logró derrotar a España, la campeona del Mundial anterior, y a la vecina Lituania, aunque finalmente no logró hacerse con ninguna medalla.
El equipo letón llegó en un autobús descubierto en compañía de sus familiares y bajo escolta policial al Monumento a la Libertad, donde depositó flores.
Después, los jugadores subieron a un podio en el que fueron aclamados por los aficionados y cantaron el himno nacional, a lo que siguió un discurso del italiano Luca Banchi, que fue elegido mejor entrenador del campeonato que se disputó en Indonesia, Filipinas y Japón.
Igual que ocurrió con la selección letona de hockey, que ganó este año la medalla de bronce en el Mundial de esa especialidad, el avión en el que regresaron a casa los jugadores dibujó un círculo sobre el centro de Riga antes de aterrizar.
La caravana de los deportistas, cuyo periplo fue transmitido en directo en televisión, pasó ante grupos de seguidores con banderas letonas que aclamaron al equipo en el camino desde el aeropuerto.
Culminó la celebración en el centro de Riga un concierto en el que populares artistas letones interpretaron temas de pop y de rap, bajo un cielo soleado y temperaturas cálidas.
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