El racismo, que parecía desterrado desde hace muchos años del baloncesto estadounidense, ha reaparecido en los últimos días tanto en la NBA como en la WNBA con comentarios despreciables y del todo punto inaceptables desde las gradas contra Draymond Green, jugador de los Warriors, y también contra Angel Reece, estrella de las Chicago Sky y una de las mejores jugadoras de la liga profesional femenina de baloncesto.
En el caso de Draymond Green, el controvertido jugador de los Warriors sufrió en sus carnes este tipo de comentarios durante el tercer partido de las semifinales de la Conferencia Oeste que su equipo disputó en el Target Center de Minneapolis, la cancha de los Wolves, aunque quiso restarle importancia a los energúmenos que los profirieron contra él.
Se dijeron cosas racistas en Minnesota. No me gusta que estos desconocidos se sientan importantes, pero sí, se dijeron cosas racistas. Y no es la primera vez. En estos ambientes se dicen cosas racistas
"Se dijeron cosas racistas en Minnesota. Tampoco me gusta que estos desconocidos se sientan importantes, ¿sabes? Pero sí, se dijeron cosas racistas. Y no es la primera vez. En estos ambientes se dicen cosas racistas", reveló el ala-pívot durante una intervención en su Podcast. Unas acusaciones que llevaron a los propios Wolves a emitir un comunicado formal disculpándose por el incidente.
Green pide multas y sanciones para esos aficionados
Para Green, la falta de responsabilidad es lo peor, y cree que quienes provocaron el incidente en la cancha deberían enfrentar multas y sanciones al igual que los jugadores: “Les voy a decir la verdad: los aficionados son unos privilegiados”, dijo. “Y cuando digo eso, me refiero a que pueden decir prácticamente lo que quieran, sin límites. Y si les decimos algo, nos metemos en problemas. Perdemos dinero. Nos multan. Todo el castigo recae sobre nosotros”.
Los aficionados son unos privilegiados... pueden decir prácticamente lo que quieran, sin límites. Y si les decimos algo, nos metemos en problemas. Perdemos dinero. Nos multan. Todo el castigo recae sobre nosotros
Y este sábado, en la jornada inaugural de la WNBA, durante la paliza de las Indiana Fever de Caitlin Clark ante las Chicago Sky de Angel Reese (93-58), el intenso duelo entre dos de las mejores jugadoras de la liga también se vio salpicado por comentarios racistas desde la grada contra la estrella de las Sky, que es negra.
La WNBA investiga los insultos racistas a Angel Reese
El Indianapolis Star desveló que la WNBA está investigando este suceso protagonizado por uno o más del público. "La WNBA condena enérgicamente el racismo, el odio y la discriminación en todas sus formas; no tienen cabida en nuestra liga ni en la sociedad. Estamos al tanto de las acusaciones y estamos investigando el asunto", expresó en un comunicado, pero sin entrar en detalles de su investigación.
La WNBA condena enérgicamente el racismo, el odio y la discriminación en todas sus formas; no tienen cabida en nuestra liga ni en la sociedad. Estamos al tanto de las acusaciones y estamos investigando el asunto
Las Indiana Fever también emitieron un comunicado en el que afirman estar al tanto de las acusaciones y añaden que el equipo está colaborando estrechamente con la WNBA en su investigación. "Mantenemos firme nuestro compromiso de brindar un entorno seguro a todas las jugadoras de la WNBA", declaró el equipo.
Un comportamiento "inaceptable"
La Asociación de Jugadoras de la WNBA emitió su propio comunicado sobre el tema. "Este tipo de comportamiento es inaceptable en nuestro deporte. Bajo la política de la WNBA 'Sin espacio para el odio', confiamos en que la liga investigará a fondo y tomará las medidas oportunas y oportunas para garantizar un entorno seguro y acogedor para todos".
Los lamentables sucesos se precipitaron tras ser sancionada Caitlin Clark con una falta flagrante tipo 1 sobre su rival de toda la vida, Angel Reese, llegando a encararse ambas jugadoras, que restaron importancia a ese enfrentamiento puntual. “No lo convirtamos en algo que no es”, dijo Clark. “Solo fue una buena jugada… No intentaba hacer nada malicioso. Ese no es el tipo de jugadora que soy”. Y Reese lo resumió como "una jugada de baloncesto".
La gente no debería usar mi nombre para promover esos intereses. Es decepcionante. Es inaceptable. Tratar a todas las mujeres de esta liga con el mismo respeto es algo humano fundamental que todos deberíamos hacer
La temporada pasada, varios jugadores que cometieron faltas contra Clark fueron objeto de una cantidad significativa de comentarios racistas, sexistas y homofóbicos en línea por parte de personas que pretendían defender a la base, que condenó ese comportamiento: “La gente no debería usar mi nombre para promover esos intereses. Es decepcionante. Es inaceptable”, dijo Clark. "Tratar a todas las mujeres de esta liga con el mismo respeto, creo, es algo humano fundamental que todos deberíamos hacer”.
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