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La muerte del arquitecto mexicano Pedro Ramrez Vzquez obliga a una mirada desde el deporte, a cuya apasionada causa dedic gran parte de su vida. Considerado el padre de la moderna arquitectura de su pas, su legado es impresionante. A su talento se deben los edificios del Museo de Antropologa y el de Arte Moderno de Mxico DF, ambos construidos en 1964, o la Nueva Baslica de Nuestra Seora de Guadalupe, en 1976, o la Cmara de Diputados, edificada en 1980. Su huella no es menos impresionante en el mbito del deporte. Ramrez Vzquez dise el mtico Estadio Azteca y fue, entre otras muchas funciones, el organizador de toda la iconografa visual de los Juegos Olmpicos de 1968, cuya herencia artstica todava sorprende hoy por su elegancia, potencia y creatividad.

Los Juegos de Mxico alcanzaron una trascendencia deportiva y sociopoltica incomparable. Para una generacin que despert al deporte, fue la asombrosa competicin de Bob Beamon, Dick Fosbury, Tommie Smith, Jim Hines, Lee Evans, David Hemery, Vktor Saneiev, Vera Caslavska y la primera oleada de los fantsticos atletas kenianos, encabezados por Kip Keino. Nunca en la historia de los Juegos se ha concentrado tanta magia, tantas marcas siderales y tantos campeones irrepetibles.

Aquellos Juegos no se escaparon a las vicisitudes polticas de un tiempo excitante y convulso: la rebelin estudiantil contra la dictadura del presidente Echevarra y la matanza en la plaza de las Tres Culturas, producida poco despus del mayo francs y los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy. Desde la izquierda se consider que aquellos Juegos Olmpicos servan principalmente a los intereses del autoritario gobierno de Echevarra, responsable de la matanza de Tlatelolco, en la que murieron centenares de estudiantes.

Desde otra perspectiva, los Juegos de 1968 significaron una revolucin en el campo del diseo y la iconografa. En gran medida se debi al impulso del arquitecto Ramrez Vzquez, presidente del Comit Organizador de los Juegos. Autor del imponente Estadio Azteca, inaugurado en 1966, dos aos despus sorprendi al mundo con un concepto revolucionario de los Juegos y sus alrededores. Es decir, un espectculo de proporciones maysculas, capaz de trascender el deporte y proyectarse en mltiples formas, especialmente a travs de la cultura.

El efecto del talento creativo de Ramrez Vzquez y su grupo de ayudantes se percibe en smbolos que ya son intemporales. En la pelcula No, del chileno Pablo Larrain, actualmente en las carteleras de los cines espaoles, Gael Garca Bernal interpreta al publicista Ren Saavedra, autor de la campaa que ayud a derrumbar la dictadura del general Pinochet en Chile. En varias escenas de la pelcula, Garca Bernal viste una camiseta con el logotipo de los Juegos de Mxico 68, la maravillosa creacin de arte ptico articulada por el estadounidense Lance Wyman y sus colegas mexicanos Eduardo Terrazas y Manuel Villazn.

Ese logo formaba parte de una vasto conjunto conceptual que se traslad a toda la iconografa de los Juegos de Mxico y que prefigur el camino que seguiran las sucesivas ediciones olmpicas. A la cabeza de aquella monumental creatividad se situ Pedro Ramrez Vzquez. Su papel no era sencillo. La designacin de la sede de los Juegos de 1968 result ms que controvertida. Mxico se impuso a Detroit, que entonces viva tiempos de esplendor al amparo de la industria automovilstica estadounidense. La reaccin fue inmediata. No fueron pocos los que consideraron una locura la eleccin de Mxico.

A su condicin de capital de un pas subdesarrollado en aquel tiempo, se aada el factor de su altitud, por encima de los 2.000 metros. Se habl en trminos apocalpticos del efecto de la altitud en los deportistas. Se presintieron unos Juegos desastrosos. La agitacin poltica y la represin del gobierno del PRI tampoco invitaban al optimismo. En este clima, Pedro Ramrez Vzquez se hizo cargo de una organizacin que desde el exterior pareca condenada al fracaso. Lejos de fracasar, su proyecto alcanz un xito tan notable que en algunos aspectos signific la gnesis de la visin actual de los Juegos.

Puedo hablar en primera persona de la fascinacin que produjo aquel cartel mgico de los Juegos del 68. Hace ocho aos viaj a Mxico por motivos profesionales, una visita casi relmpago que me sirvi para concretar un sueo. Aprovechando una maana libre, consegu la direccin del estudio de Pedro Ramrez Vzquez y me acerqu hasta all. Quera conocer al hombre del logo. Me recibi junto a su hijo Javier, tambin arquitecto, y su nieto, un nio enamorado del ftbol, madridista hasta la mdula, fascinado por Zinedine Zidane. Su sueo era disponer de una camiseta del gran jugador francs.

Pocas veces en mi trayectoria como periodista he recibido un trato ms amable y generoso. A m curiosidad por una figura de la que desconoca casi todorespondi con una pasin indescriptible. Haba rebasado la frontera de los 80 aos, pero su energa era juvenil. Estaba claro que se senta orgulloso de su obra. Los Juegos de Mxico fueron ms que un xito. Resultaron trascendentes para el futuro. Me lo explic mientras me mostraba multitud de carteles de aquellos Juegos inigualables en tantos aspectos.

"Quera dar una idea de pas moderno, atento a lo contemporneo, y evitar los tpicos que pesaban sobre Mxico, pero tambin quera ofrecer una visin mexicana al mundo", me coment. A Ramrez Vzquez se debe la idea de una mujer ?Enriqueta Basilio- encendiendo la llama olmpica. Fue la primera. Rodeado por un equipo joven y muy competente de ayudantes, Ramrez Vzquez concibi los Juegos ms all de los Juegos. De ah surgi la idea de la Olimpiada cultural, una celebracin de las diversas ramas del arte paralela a la celebracin de las competiciones deportivas. Todo ello encajado en una unidad de proyecto. En este sentido, la grafa era decisiva. Deba regirse por un criterio comn.

Mientras me mostraba una infinidad de bocetos y carteles, observ la audaz conexin entre el logotipo de Mxico 68 y sus mltiples derivadas, tanto en el apartado deportivo como en el cultural. Aquellos carteles rebosaban ingenio y creatividad. Era la poca cumbre del Opt Art, de su esttica tan cercana a la psicodelia pop, caracterizadas por aquella explosin de apretadas lneas paralelas que generaban un deslumbrante efecto cintico. Aquel movimiento, que tena a artistas como Frank Stella y Vasarely como principales representantes, defina la mxima modernidad de la segunda mitad de los aos.

Ramrez Vzquez quiso ver algo ms all del arte contemporneo. Lo asoci con las formas indgenas mexicanas, conectadas en este caso a la tradicin de la cultura de los indios huicholes. Fue el punto de partida para una titnica labor creativa que traslad la iconografa de Mxico 68 a folletos, cartas y carteles, entradas, muecos y muy principalmente las sealizaciones, etc. Todo responda a una sorprendente unidad de criterio. Ramrez Vzquez, Lance Wyman y Miguel Tllez propiciaron otra idea maestra: la pictografa que acompaaba a las competiciones. Cada deporte estaba representado grficamente por una figura que lo identificaba a primera vista, con una evidente adhesin esttica a los principios bsicos del proyecto artstico. Se trataba de algo absolutamente novedoso. Los sectores contestatarios consideraron que aquel monumental proyecto responda al criterio del poder poltico. En aquella conversacin, Ramrez Vzquez lo neg con vehemencia. Hablamos durante cerca de una hora de aquel tiempo, de su obra, de lo que represent Mxico 68, de su amor al deporte, del Real Madrid y los galcticos. Dej su despacho con la emocin del chico que ha cumplido un sueo y con el inapreciable regalo de varios carteles de aquellos Juegos memorables. Dej a hombre generoso que se senta orgulloso de un legado que haba atravesado el tiempo. Est grabado en la camiseta de Gael Garca Bernal.