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La NBA ha hecho justicia y ha dejado de lado la frialdad de los nmeros para dejarse guiar por aquello que los expertos un da llamaron 'intangibles' a la hora de elegir al Mejor Defensor del Ao. Marc no aparece en el top 10 de taponadores, apenas coge 5,5 rebotes defensivos por partido y se encuentra en el puesto nmero 37 en una clasificacin que mide el porcentaje de sus rivales cuando el pvot de Sant Boi defiende el aro.

Los argumentos que le han valido el premio al mediano de los Gasol van ms all de la estadstica. Marc siempre trabaja economizando sus movimientos en defensa, sin perder el o con su par y ayudado a sus compaeros donde es ms necesario. Su premio es un galardn a la inteligencia posicional, que le hace estar siempre en el lugar y en el momento adecuado, actuando siempre un paso por delante de su rival.

La nominacin de Marc es el premio a una temporada en la que ha terminado por rendir (si es que quedaba alguien) al mundo NBA a sus pies. Un galardn que le sita a la altura de dos grandes leyendas del baloncesto estadounidense, como Hakeem Olajuwon y Dikembe Mutombo, los dos nicos jugadores no nacidos en Estados Unidos que haban ganado este premio y a los que ahora se une el pvot espaol.

De Olajuwon ya contamos su historia en este blog cuando 'El Sueo' cumpli 50 aos, as que ahora, con motivo del reconocimiento a Marc, es de justicia recordar la imponente figura de otro gigante africano que marc una poca en la NBA. Un muro levantado para defender al mundo del agresor forneo. Una montaa contra la que se pegaban una y otra vez los anotadores ms feroces del baloncesto mundial. Dikembe Mutombo Mpolondo Mukamba Jean Jacque Wamutombo. Ms conocido como Dikembe Mutombo.

Deke, como pas a ser conocido en el mundo de la canasta, naci en Kinshasa, capital de la Repblica Democrtica del Congo (antiguo Zaire), en el seno de una familia de clase media. Hijo de un director de colegio y de una profesora, Biamba Dikembe, el joven Mutombo creci bajo una estricta educacin religiosa impuesta por su madre y como uno de los estudiantes ms brillantes de la ciudad, fruto del trabajo de su progenitor, que contemplaba el deporte como el vehculo ms apropiado para completar su formacin.

Sin embargo, el deporte de la canasta no estaba entre los favoritos del joven Dikembe, que prefera el ftbol para pasar el rato con sus amigos. "Saba lo que era la NBA", declar aos ms tarde el jugador africano. "Saba lo que era el baloncesto desde nio debido a mi altura, pero no quera jugar al baloncesto".

Dikembe, junto a sus otros ocho hermanos, alcanz la adolescencia y con ella llegaron los dos metros de altura. Pero l, al contrario que el resto de su familia, sigui creciendo sin dar signos de detenerse hasta tocar ese sol que castigaba con justicia las calles de Kinshasa. Sin embargo, la altura no le hizo cambiar de parecer con respecto al deporte de la canasta, del que se mantuvo alejado para seguir con el ftbol y probar suerte con el atletismo y las artes marciales.

Fue al cumplir los 18 cuando todo cambi para Dikembe. Sus padres, conscientes de sus posibilidades, le obligaron a coger un baln de baloncesto entre sus gigantescas manos y le mandaron a practicar a una cancha cercana. "Yo no quera jugar al baloncesto, no me gustaba. Pensaba que era demasiado fsico. Al final mis padres me obligaron a jugar y eso es por lo que siempre les estar agradecido", confes Mutombo al poco tiempo de alcanzar la NBA.

Su primera tentativa con la canasta no fue, precisamente, conciliadora. A regaadientes, acept acompaar a su padre y a su hermano Ilo a una cancha cercana. Cuando le toc el turno de entrar a canasta, Mutombo cogi impulso, pero justo en el momento de iniciar el salto resbal dando de bruces contra la arena. Un golpe que le dej una marca en la barbilla que an hoy le acompaa.

Decidido a dejar el baloncesto para siempre, se enfrent a sus padres y a su hermano mayor en una acalorada discusin que termin con el cabeza de familia imponiendo sus galones y con Dikembe obedeciendo a su padre, cuando a la maana siguiente tuvo que volver a la cancha. Esta vez sin accidentes ni cadas. Y as un da tras otro hasta dejar que aquel esfrico anaranjado y aqul tablero de contrachapado le conquistasen.

Poco despus su tamao, su fuerza y una extraa coordinacin a la hora de saltar, le llevaron a la seleccin nacional de Zaire con apenas 19 aos. Una oportunidad que no dej escapar para hacerse ver entre los cientos de ojeadores estadounidenses que viajan hasta el corazn de frica en busca del ltimo diamante en bruto, de la ltima joya por descubrir.

Tras varios partidos con el equipo nacional, Mutombo comenz a recibir cartas y llamadas de reclutadores universitarios que le ofrecan la posibilidad de jugar en Estados Unidos. Sin embargo, hubo un hombre que fue un paso ms all a la hora de vislumbrar el futuro de aquel joven que superaba los 2,15 y que, aunque no tena experiencia, ya dominaba en la cancha a jugadores ms mayores que l.

El embajador estadounidense en Zaire, Herman Henning, era un gran aficionado al baloncesto y su nico consuelo, ms all de los partidos por televisin, era la modesta seleccin de Zaire y sus compromisos internacionales. Dos partidos bastaron a Henning para saber que a Mutombo aquellas canchas de polvo y arena se le quedaban ya pequeas. El diplomtico se puso en o con la familia y le habl de la posibilidad de ir a la Universidad de Georgetown bajo la tutela de John Thompson, entrenador de los 'Hoyas' y gran gur de los jugadores interiores universitarios. Henning, adems, no olvid mencionar el prestigio acadmico del centro, lo que termin por convencer al joven Dikembe, que en aquella poca soaba ms con la medicina que con el baloncesto.

As que a finales de agosto de 1987, Dikembe se encontr encajonado en el asiento de un avin rumbo a Georgetown, que le haba ofrecido una beca completa para cursar sus estudios de medicina y jugar al baloncesto. A su lado, su hermano Ilo, que tambin iba a comenzar su aventura americana, aunque en la Universidad de Southern Indiana.

Mutombo lleg al campus de Georgetown y comenz su particular Odisea. No saba ni una sola palabra de ingls, lo que dificultaba su aprendizaje, el entrenador Thompson dijo nada ms verle que estaba muy verde y que tendra que trabajar en solitario hasta mejorar y para colmo, a uno de sus hermanos que se haban quedado en Zaire le haban diagnosticado un tumor cerebral mortal.

Palos, palos y ms palos que habran acabado con la moral de cualquiera. Pero no con la de un guerrero africano como l. No con la de un joven que se saba la gran esperanza de su familia. Dikembe hizo de tripas corazn y guard el miedo en la maleta. Dio clases intensivas de ingls (seis horas diarias con un tutor particular adems de las clases) y comenz a trabajar en solitario bajo la supervisin de Thompson. Era su va de escape a todo lo que estaba pasando.

El fruto a su trabajo se hizo esperar. En su segunda temporada con los Hoyas, Mutombo apenas dispuso de minutos, aunque empez a formar parte de un equipo gobernado por un recin llegado, Alonzo Mourning. Thompson se guardaba su arma secreta para ms adelante, aunque quera que fuera entrando en la dinmica para que viera de primera mano lo que de verdad era el baloncesto de competicin.

Apenas tuvo minutos en su primera temporada completa con sus compaeros, pero desde el primer encuentro dej claro cul era una de sus especialidades. Termin su partido de debut con 12 tapones, nueve de los cuales fueron a parar a la grada. A partir de ese momento, la primera fila de uno de los fondos del pabelln de Georgetown pas a ser conocida como 'Fila del tapn', en claro homenaje a Mutombo.

Fue en su tercer ao como jugador de los Hoyas cuando el pvot descubri que haba nacido para jugar al baloncesto y que poda dedicarse profesionalmente a ello. Aunque necesit un poco de ayuda para acabar de crerselo.

John Thompson llam a un viejo amigo y rival para que convenciese al joven Dikembe de que la cancha tena que ser su hbitat natural. Tras un entrenamiento, Mutombo acudi al despacho del entrenador y se encontr con una leyenda de la canasta, Bill Russell. El ex jugador de los Celtics se encerr con el africano en el despacho y tras cinco das de intensas charlas, convenci al gigante de sus infinitas posibilidades.

"Quin sabe ms de baloncesto que Bill Russell? Gan 11 anillos de la NBA. Tiene que pedirle a Dios que le d un dedo ms para todos sus anillos", afirmaba entre risas das antes del draft. "Me dijo que poda hacerlo. Me convenci de que poda jugar".

A partir de ese momento, el impacto del gigante africano creci de manera inimaginable, formando una de las mejores parejas interiores universitarias junto a Mourning. En 1991 se gradu (haba cambiado la medicina por la lingstica y la diplomacia) y cerr su periplo universitario con nmeros modestos (9,9 puntos; 8,3 rebotes y 3,7 tapones), pero con la sensacin de que lo mejor estaba por llegar.

Una sensacin que tambin compartan en Denver. Los Nuggets apostaron por aquel espigado gigante de brazos interminables y escogieron su nombre en la cuarta posicin del draft, slo por detrs de Larry Johnson, Kenny Anderson y Billy Owens.

El sueo acababa de empezar y Mutombo hizo justicia con aquellas personas que haban iniciado ese proceso: sus padres. El pvot les pag un vuelo desde Kinshasa hasta Nueva York para que le acompaasen durante la ceremonia del draft y cuando David Stern pronunci su nombre no pudo contener las lagrimas y se fundi en un emocionado abrazo con ellos. "Ahora les voy a ver mucho ms", asegur tras la ceremonia, pensando en que el sueldo como profesional le permitira llevarse a su familia a Estados Unidos.

Los Nuggets no se equivocaron en su eleccin y Mutombo pronto comenz a mostrar todo el potencial que tena, superando incluso las expectativas generadas por el cuerpo tcnico de la franquicia de Colorado.

Desde su temporada como novato, Dikembe dej claras sus intenciones ("Quiero que mi nombre sea conocido", declar antes de la temporada) y demostr que ni Thompson ni Russell se haban confundido con aquel diamante en bruto.

En su primera temporada con los Nuggets, el jugador africano termin tercero en la clasificacin de reboteadores con 12,3 por partido, adems de liderar a los Nuggets en 19 encuentros y terminar con una media de 16,6 puntos. Pero donde, de verdad, Mutombo dej su impronta fue a la hora de defender su aro, convirtindose en uno de los mejores taponadores de la Liga (2,96 de media) con su famoso 'No en mi casa' (movimiento negativo que haca con el dedo despus de cada tapn) como sello.

El impacto meditico tampoco se hizo esperar y apenas tres meses despus de hacer su entrada en la Liga era seleccionado para jugar su primer 'All Star'. Fue el nico novato que se col en la clase de los mayores, anotando cuatro puntos como pvot reserva en el Oeste. Slo sera la primera de sus ocho incursiones en el partido de las estrellas.

Tras su primera temporada, Mutombo decidi pasar las vacaciones de verano entrenando en solitario y al llegar al campus de pretemporada, dej a todos boquiabiertos con la evolucin en su juego. Un trabajo que pronto encontr recompensa al convertirse en el lder de los Nuggets tanto en defensa, como en ataque.

En su segunda campaa en Colorado logr echarse el equipo a sus espaldas (consigui su rcord taponador con 12 'chapas' ante los Clippers), pero no fue capaz de llevar a los Nuggets hasta los 'playoffs', dejando un sabor amargo en su boca que no quiso volver a experimentar.

Nuevamente dedic el verano a seguir trabajando en su juego y cuando volvi a los Nuggets se haba convertido en una mquina perfectamente engrasada y dispuesta a todo con tal de llevar a su equipo a la victoria.

Denver termin la temporada consiguiendo 'in extremis0 la octava posicin en el Oeste. Mutombo haba logrado alcanzar los 'playoffs', aunque le tocara bailar con la ms fea: los imparables Supersonics de Payton y Kemp. Ni los ms osados apostantes se la jugaban por Mutombo y compaa.

Y en un principio no se equivocaron. El equipo de Seattle, entonces entrenado por George Karl, puso el 2-0 a su favor y transmita la sensacin de estar dispuesto a barrer a los Nuggets. Sin embargo, aquello no hizo sino encorajinar a Mutombo que desde su propio aro lider la remontada de los de Colorado hasta convertirse en el primer equipo en la historia en clasificarse octavo de su conferencia y ser capaz de eliminar al primero. Una serie que termin con el gigante africano por los suelos abrazado al baln y gritando, exultante de emocin, en una instantnea imborrable.

Los Nuggets estuvieron a punto de repetir la gesta en la siguiente eliminatoria ante los Jazz de Malone y Stockton. Los de Dan Issel se quedaron en la orilla tras remontar un 3-0 en contra y perdiendo en el sptimo partido en Salt Lake City. La temporada de Mutombo terminaba con el reconocimiento general de la Liga hacia un jugador capaz de ganar los partidos desde su propio aro y que cerraba la campaa con el primero de sus tres ttulos consecutivos al mejor taponador de la Liga. Algo que nunca nadie ha vuelto a lograr.

En su siguiente campaa Dikembe volvi a aumentar sus prestaciones hasta convertirse tambin en el mximo reboteador de la NBA. Consigui el primero de sus cuatro ttulos al Mejor Defensor del Ao, particip en su segundo 'All Star' y volvi a ser el mejor taponador de toda la Liga. Sin embargo, su aportacin no fue suficiente para evitar que los Spurs les barrieran en primera ronda de 'playoffs' ni tampoco para convencer a los Nuggets de su renovacin una temporada ms tarde.

El 15 de julio de 1996 Mutombo haca las maletas y pona rumbo a Georgia para enrolarse en las filas de los Hawks. Firm un contrato de 50 millones de dlares por cinco aos, que enseguida comenz a amortizar con su segundo ttulo al mejor defensor de la Liga y metiendo a los de Atlanta en los 'playoffs' como el cuarto mejor equipo del Este, antes de caer en semifinales de conferencia ante los Bulls de un tal Michael Jordan.

Ese fue su sino en los Hawks, grandes actuaciones individuales, pero sin la posibilidad de competir por el anillo. Hasta que en febrero de 2001 los Sixers apostaron por l para hacer frente a las torres del Oeste en una hipottica final. Dikembe volvi a responder como de l se esperaba, conquist el trofeo al Mejor Defensor del Ao y junto a Iverson llev a los de Philadelphia a una final en la que no tuvieron oportunidad alguna ante los Lakers de Shaq, Kobe y Phil Jackson.

Mutombo repiti presencia dos aos ms tarde en las Finales, aunque esta vez en las filas de los Nets, que le contrataron como especialista defensivo. Sin embargo, Dikembe pas gran parte de la temporada lesionado y no aport todo lo que se esperaba de l. En las Finales volvi a encontrarse con su nmesis particular, Shaquille O'Neal, que volvi a dejarle sin anillo.

Pareca el ocaso de la carrera de Mutombo, que ms tarde sera traspasado a los Knicks, posteriormente a Chicago (donde no jugara un solo minuto) y por ltimo a los Rockets, donde todo apuntaba al final de su carrera.

Y as fue. Dikembe termin su vida deportiva en Houston, pero no como todo haca indicar en sus ltimas temporadas. El guin estaba escrito para que Mutombo colgase las botas tras una temporada en Tejas. Sin embargo, su papel de secundario de lujo y de maestro del joven Yao Ming, le valieron para alargar su carrera cinco temporadas ms.

Su periplo en los Rockets le vali para superar a Kareem Abdul-Jabbar como segundo mximo taponador histrico de la Liga y para convertirse en el cuarto jugador con ms edad en jugar un partido NBA con 42 aos y 300 das. Sin embargo, su sueo lleg a su fin de la forma ms inesperada y cruel. En el segundo cuarto del segundo partido de segunda ronda de playoffs de 2009, Mutombo chocaba con Greg Oden y caa al suelo con la rodilla destrozada. El gigante africano se retiraba entre lgrimas, postrado en una camilla, consciente de haber jugado por ltima vez a ese deporte que tanto maldeca de nio. El propio Mutombo confirmaba su adis minutos despus en el vestuario.

Era la despedida de un coloso en las zonas, de un jugador que hizo del tapn su firma y de su tica de trabajo su motor vital. De un diamante pulido a base de entrenamientos y que termin convirtindose en una referencia en la NBA. Quizs no como l esperaba ("Quiero llegar al nivel de Ewing, Olajuwon, Russell o Jabbar"), pero si no lo logr, al menos qued muy cerca de sus estrellas.

Pero si su influencia en la cancha haba quedado fuera de toda duda, fue lejos de las canastas donde Mutombo dio su verdadera dimensin. Dikembe nunca olvid sus orgenes. "El dinero que gano con el baloncesto puede ayudar a mi familia y amigos. En la sociedad africana si tienes xito es por tu familia, por eso, no puedo parar de ayudar a la gente que me ayud cuando estaba empezando", fue su declaracin de intenciones nada ms aterrizar en Denver.

Dicho y hecho. Primero comenz ayudando a sus padres y a sus ocho hermanos, a los que se llev a vivir con l. Fue el primer paso. Ms tarde, en 1997, creo la Fundacin Dikembe Mutombo, con la que quera ayudar a erradicar enfermedades infantiles en su pas natal, as como para luchar contra el SIDA en todo frica. Para cumplir su misin construy un hospital en Kinshasa, bautizado con el nombre de su madre, destinado a ayudar a su pueblo y para el que don ms de 15 millones de dlares.

Ese es el verdadero Dikembe Mutombo y esta es su historia, la de un muro que se levant para defender no slo su aro, sino el mundo de cualquier ataque. 'No en su casa'.