Que Mike Tyson tome nota: Holyfield no duró ni dos minutos en su combate de regreso

Cuando Mike Tyson anunció que regresaría al boxeo para enfrentarse en una pelea de exhibición a Roy Jones jr., algunos expúgiles se envalentonaron y quisieron imitar a 'Iron Mike'. Realmente, era muy complicado que cualquier otro exboxeador pudiera hacer el ruido mediático que generó Tyson, aunque uno de sus viejos enemigos lo vio claro. Evander Holyfield, con quien Mike ya había limado asperezas tras aquel episodio del mordisco, reclamó un reencuentro sobre el cuadrilátero con 'El hombre más malo del planeta'.

Holyfield le dio una y mil vueltas a su regreso y finalmente se enfrentó -de rebote- con el excampeón del semipesado de UFC, Vitor Belfort, en una pelea de exhibición que fue calamitosa para él. Es más, el duelo se trasladó a Florida porque la Comisión Atlética de California no lo autorizaba ni como una exhibición. Finalmente, el mismo tuvo lugar en julio de 2021 en Miami (Florida).

El caso es que 'The Real Deal' llegó a este combate como sustituto de Óscar de la Hoya, otro de los que quería volver a desplegar sus habilidades sobre el tapiz, pero contrajo covid y se bajó del barco. En la recámara estaba el exmonarca indiscutido del crucero y del peso pesado, que había firmado con la empresa 'Thriller' meses antes, con la esperanza de enfrentarse a 'Iron Mike'.

Con Donald Trump como comentarista y con 'Warrior' aparentando estar en buena forma, arrancó esta pelea. Evander tenía 58 años, justo los mismos que Tyson ahora; Belfort contaba 44. Este último no quería ni atacar y tardó casi un minuto en soltar una mano que fue al cuerpo de Holyfield, que sintió el golpe y retrocedió.

Belfort comenzó a encadenar combinaciones y su rival no sabía cómo responder, hasta que el púgil de Alabama cayó al suelo por la inercia de un gancho de izquierda fallido. Su coordinación y reflejos no estaban para boxear. Hubo una segunda caída, ya con conteo de protección, y el árbitro después se vio obligado a intervenir durante la siguiente acometida de Belfort. El cronómetro marcaba un minuto y 49 segundos del primer asalto.