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Conviccin para resistir, indefinicin para jugar 5z532s

sbado, 6 septiembre 2014, 15:08 1p2q4g

El recuerdo del imprevisto desplome en el Mundial prevaleci en las vsperas del partido frente a Francia, un equipo creciente frente a otro en estado de shock. Decepciones como la de Espaa en Brasil tienen mltiples consecuencias: empujan a la renovacin, y en algunos casos a la revolucin, retiran el aura de confianza que siempre acompaa a los campeones y humanizan al equipo, devuelto al barro de los mortales. Es el trnsito dursimo que han vivido Alemania, Italia y Francia en varios momentos de los ltimos 15 aos. Y es la bofetada que todava duele en Brasil. A ese territorio vulnerable ha regresado Espaa de siete aos excepcionales, un periodo frtil en ttulos -un Mundial, dos Eurocopas- y en elogios. Ha sido el ftbol de referencia. En Brasil perdi la corona, el prestigio y quiz la autoestima.

De eso, del dursimo efecto del Mundial en la seleccin, se trataba el primer partido de Espaa. Enfrente le esperaba una seleccin que ha vivido un infierno, pero que en los ltimos meses comienza a despuntar entre las mejores del mundo. Francia sali eliminada del Mundial tras una corta derrota con Alemania, que pas muy malos ratos en el partido y necesit de la deslumbrante actuacin del portero Neuer. Uno de los grandes momentos de Brasil 2014 fue el potente remate de Benzema en el ltimo minuto, el tiro del empate que frustr Neuer con una parada insolente. Despej con tanta fuerza, sin mover un msculo, que devolvi la pelota fuera del rea.

Francia sali muy reforzada del Mundial: un equipo joven, con grandes atletas y varios jugadores de primer nivel. Varane, Pogba y Benzema, desde luego. Y muy cerca se encuentran Matuidi, Valbuena y quiz Griezmann, siempre irregular. La seleccin sa quiere remitirse por estilo a la de 1998. Le falta el factor diferenciador. Entonces era Zidane, nada ms y nada menos. El pronstico le favoreca claramente frente a Espaa. Atrs quedaron los das donde Espaa era martillo de la seleccin sa. La ltima vez en el partido decisivo de clasificacin, disputado en Pars. Espaa necesitaba ganar, y gan. As eran las cosas cuando la seleccin transmita una sensacin insuperable de confianza y conviccin.

La herida de Brasil

Esas dos cualidades se perdieron en Brasil de forma inesperada. La tromba de goles holandeses todava no se ha digerido. Espaa sali en estado de shock ante Chile. Volvi a perder. La victoria frente a Australia solo tuvo la virtud de no envenenar ms las crticas. Pero la herida estaba abierta y seguir supurando hasta que la seleccin recupere la salud. Lo mejor del partido de Pars fue la negativa del equipo a capitular. No profundiz en su debilidad. Resisti razonablemente bien y exigi un considerable esfuerzo a Francia para ganar el duelo. En algunos momentos, Espaa fue ms lejos y lleg a controlar el juego, sentirse cmoda y empujar al rival a su rea. Sin un gran vuelo, es cierto.

El dficit de Espaa se estableci por la falta de armona. Al equipo le falt un estilo definido. Mezcl ratos de ftbol directo, con psimos resultados, con la paciente elaboracin que caracterizaba a la edicin anterior de Espaa. Haba lgica en el desencuentro. Aparecieron varios jugadores nuevos, desaparecieron casi de un plumazo la mayora de los integrantes del Bara -Busquets fue el nico azulgrana en el primer tiempo- y se alinearon futbolistas curtidos en una escuela muy diferente a la que ha definido el juego de la seleccin. Era el partido perfecto para medir a De Gea, Koke, Ral Garca y Diego Costa.

El caso de Koke se antojaba especialmente interesante. Su papel ha crecido tanto en el Atltico de Madrid que se le considera uno de los principales artfices de los xitos del equipo. Aunque de caractersticas muy diferentes a las de Xavi, se le tiene como el sucesor in pectore del jugador azulgrana en la seleccin. Koke fue una de las decepciones de la noche. No transmiti liderazgo, ni control, ni precisin. Pareci ms actor secundario que proyecto de lder. Ral Garca no se desvi un centmetro del jugador que conocemos. Apenas intervino en el juego y pareci incomodsimo durante la primera parte. Su estilo est en las antpodas del que caracteriza a gente como Busquets, Fbregas, Silva o Iniesta. Y Diego Costa repiti sus actuaciones en el Mundial. Parece ms confortable en el combate individual que en el juego colectivo. Es frecuente ver una contradiccin entre lo que proponen los centrocampistas espaoles y lo que distingue a Costa. Casi nunca pudo girar y correr, magnficamente controlado por Sakho, un central poderoso y dursimo que disfruta de los duelos con Costa, duelos que otros centrales detestan.

La presencia de De Gea fue ms que noticiosa. Es lo que ocurre cuando sustituyes a Casillas en el equipo titular, ms an en estos momentos de ardiente polmica en torno al portero del Real Madrid. De Gea par lo parable y recibi un gol imparable. La defensa actu con una blandura incomprensible en la jugada. La actuacin de De Gea invita a pensar en un portero ms pendiente de la raya de gol que del rea, ms atento a atajar los remates que a anticiparse. Por lo que se vio en Pars, ese formato de portero tiende a retrasar la lnea defensiva, a alargar el equipo y a soportar a la delantera rival muy cerca del rea. No es una buena noticia. Tampoco pareci contundente en el juego areo. Es joven y disputaba su primer partido como titular. Est obligado a una mejora notable en cuestiones que son muy importantes para el juego del equipo.

Fuerzas contrarias

La conviccin para combatir no se correspondi con una conviccin en el estilo. Fue un equipo que se movi entre fuerzas contrarias. A veces dio sensacin de pastiche sin resolver. Es lgico de alguna manera. El ejercicio de bsqueda, renovacin y eleccin ser complicado en los primeros meses. Ya ocurri con Luis Aragons despus de la eliminacin de Espaa en los octavos de final del Mundial 2006. Al regreso, Espaa perdi con Irlanda del Norte y Suecia. Lo que pareca un viaje al abismo durante la clasificacin para la Eurocopa 2008 se transform en la gnesis que asombr al mundo durante los siguientes siete aos. Fue entonces, en medio de la crisis, donde Luis se decidi por un modelo que exiga unas convicciones de titanes. En Pars no se vio esa clase de equipo, pero las posibilidades de conseguirlo permanecen.

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