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Todo indica que Simeone renovar por el Atltico de Madrid, para alivio de la parroquia, y que lo har por cinco aos, y eso significa mucho ms que un alivio: es un bombazo en toda la regla, una de las decisiones ms inusuales en el ftbol contemporneo, cuya divisoria se puede situar en la sentencia Bosman y su inmediata consecuencia, la creacin de la Liga de Campeones en 1995.

Desde entonces, el ftbol se ha transformado en un inmenso negocio que exprime hasta el ltimo euro la incesante pasin por un juego que no deja de maravillar a la gente desde finales del siglo XX. No slo el mercado es colosal, sino que se ha extendido hasta los ltimos confines del planeta. En cualquiera de sus formas -televisin, radio, internet...-, la tecnologa ha sido un impagable can publicitario. Ha permitido que el ftbol llegue a todas partes y todas las gentes.

Si la pasin por el ftbol es la misma, pero ms extendida, las relaciones entre los equipos y sus aficionados han cambiado. Ms que de clubes se trata de corporaciones dirigidas generalmente por empresarios de todo cuo, cuyo inters en la mayora de los casos es aprovechar las inmensas posibilidades mercantiles que ofrece el ftbol.

Con este paisaje, donde los equipos pertenecen a sociedades annimas, patricios con nimo de lucro y de reconocimiento social, grupos de inversin sin rostro conocido y agentes ms poderosos que los propios presidentes, el ftbol empuja ms a la urgencia y al disparate. La prolongacin por seis aos del contrato de Simeone se encuentra en las antpodas de este modelo de combustin rpida. Haca aos, quiz desde el da que Pep Guardiola fue designado entrenador del Bara, que no se produca un acontecimiento tan contracultural en el ftbol.

Ms que por la extensin del contrato -en el ftbol se dice que un contrato est para romperse, no para cumplirse-, el acuerdo es una sorprendente y novedosa declaracin de intereses del Atltico, Simeone y, de alguna manera, de la hinchada. Pocas veces se ha visto en el ftbol moderno un triple vnculo de tanta intensidad. No hay una posicin parecida a la de Simeone en el Atltico de Madrid, infinitamente mejor que la de Guardiola en sus aos dorados en el Bara, donde no le faltaron enemigos poderosos, emboscados a la espera de una oportunidad para erosionarle o derribarle, si fuera necesario.

Representa al club

Simeone disfruta de una autoridad sin precedentes, indiscutida. Luis Aragons, eterno referente mtico del Atltico, no alcanz nunca ese reconocimiento unnime. Nunca se sinti tan preservado como Simeone. De hecho, su formidable carrera como entrenador en el club atraves por periodos difciles, a veces dramticos. Su trayectoria estuvo jalonada por las idas y los regresos. Si alguien defina lo que se interpretaba como peculiares caractersticas del Atltico, ese era Luis, mesas de un club que tantas veces le expulsaba.

El ftbol no conoce la indulgencia. Algn da Simeone sufrir los golpazos de la impaciencia, los malos resultados y la deslealtad, es decir, del material que mayoritariamente conforma el ftbol. Ese mal pronstico, con el que todos los entrenadores conviven y el tcnico argentino lo sabe por sus experiencias en su pas, est muy lejos de cumplirse con Simeone en el futuro ms prximo. Su predicamento en el club y en la hinchada le convierte en el lder de facto del club, y a toda la familia del Atltico le parece bien, unanimidad emocionante en una institucin caracterizada durante dcadas por su volatilidad.

Es una gran noticia para el ftbol esta demostracin de confianza, afecto y voluntad de progresar por parte de todos los sectores del Atltico. A Simeone le han ayudado los impresionantes resultados del equipo, que ha disfrutado de los cuatro mejores aos de su historia, con una coleccin de ttulos que nadie sospechaba cuando el tcnico argentino lleg en enero de 2012 para sustituir a Gregorio Manzano. Aquel equipo en llamas gan cinco meses despus la Europa League. El resto es historia, y de la buena. Pero los resultados no explican ni por asomo la identificacin de la gente del Atleti con su entrenador.

La hinchada tiene a Simeone como la perfecta representacin simblica de lo que significa el club, el alma, el ADN, o como quiera que se diga esa cualidad que representa el misterio de la identidad de un equipo. Por cien razones, la aficin colchonera no tiene duda: Simeone les representa ms que nadie a todos ellos. Cualquier alternativa a su hroe les provocara un espantoso horror al vaco. Pueden estar tranquilos. Simeone ha firmado un contrato de seis aos. No es el infinito, pero s lo ms parecido en los tiempos que corren.