Dos genios se renuevan 1u6l3n
lunes, 4 mayo 2015, 19:46 45421x
No se recuerda un periodo tan dominante de dos estrellas desde la poca de Pel y Di Stfano, uno en el Santos y la seleccin brasilea, el otro en el Real Madrid. A esas alturas de vrtigo han llegado Leo Messi y Cristiano Ronaldo, protagonistas indiscutibles de la ltima dcada del ftbol y de esta temporada. No han faltado figuras colosales desde la aparicin de Pel, ganador de tres Mundiales en 12 aos, pero desde entonces no se haba visto una hegemona tan slida, con el factor aadido de la influencia en sus equipos. De la mano de Messi y Cristiano, el Bara y el Real Madrid se mantienen en la cima del ftbol europeo, a la espera de la indita gran pirueta: el duelo en la final de la Liga de Campeones.
Por razones diversas, Cruyff, Maradona, Van Basten, Ronaldo y Ronaldinho no pudieron mantener un ciclo de tan largo dominio. Cruyff comenz a apagarse una temporada despus de su llegada al Bara. Maradona sufri una lesin gravsima, deslumbr en el Mundial 86 y convirti al Npoles en una alternativa al Miln, pero su azarosa vida le achic el ciclo. Las lesiones retiraron pronto a Van Basten y trastornaron la brillante trayectoria de Ronaldo. De la decadencia de Ronaldinho hay noticias desde el Mundial 2006 y no haba cumplido 27 aos. All comenz a desvanecerse su autoridad.
Cristiano y Messi -ganadores de los ltimos siete balones de oro- han resistido 10 aos en la cumbre, con un periodo de cierta atona en el argentino, que esta temporada ha regresado a su vieja condicin de jugador insuperable. En cualquier caso, la discutida versin de Messi en 2013-14 produjo 41 goles, 28 de ellos en la Liga. A falta de tres jornadas para el final del campeonato, con dos o tres partidos por delante en la Copa de Europa y a la espera de la final de la Copa del Rey, Messi ha anotado 51 goles, cifra solo superada por Cristiano Ronaldo, con 53 tantos.
Son registros siderales que explican, pero no totalmente, la monumental importancia de ambos en sus equipos. La demostracin de Cristiano en Sevilla supera por mucho la estadstica de sus goles. Fue el necesario ejercicio de liderazgo que necesitaba el Real Madrid para vencer en un estadio inaccesible para todos desde febrero de 2014. Su exhibicin no ocurri en un da cualquiera: la derrota, y hasta el empate, concedan la Liga al Bara.
Lo ms interesante de esta temporada es el repunte de ambos, despus de unas carreras tan exhaustivas. Los dos han mejorado la mayora de sus estadsticas, que les remiten a sus mejores periodos, 2010-2012 en los dos casos, en el apogeo del Bara de Guardiola y el Madrid de Mourinho.
Con respecto al curso anterior, Messi ha aumentado el 23% de sus intervenciones por partido, ha subido de 47 pases por encuentro a 52, ha marcado 12 goles ms a falta de tres encuentros y ha dado 17 pases de gol, frente a los 11 de la 2013-2014. Aunque no alcanza la magnitud de sus nmeros del periodo 2011-2012 -el Bara gan aquel ao la Liga y la Copa de Europa-, la estadstica tampoco explica el carcter de su influencia en el equipo, especialmente despus del anoetazo.
Aunque Messi haba mostrado sntomas de mejora en la primera parte de la Liga, su jefatura ha sido absoluta desde la derrota ante la Real Sociedad el 4 de enero, fecha clave en la transformacin del Bara. Aquel da fue suplente con Piqu, Alves y Neymar. Desde entonces ha jugado todos los minutos en la Liga. Messi lleg a ese partido con 15 goles, a 11 de Cristiano. Est a dos.
En un equipo donde ha encontrado la excelente colaboracin goleadora de Neymar (21 goles en la Liga) y Luis Surez (17 goles en los ltimos 16 encuentros de Liga, Copa y Copa de Europa), la influencia de Messi se ha trasladado tambin a lo organizativo. Cada vez ejerce ms de Xavi o Iniesta, como centrocampista elaborador, sin perder la doble condicin creativa y rematadora. Es decir, la ecuacin perfecta.
La 'variante Messi'
Leo ha aadido este ao una de las novedades ms reseables de los ltimos tiempos del ftbol. Es la variante Messi, la jugada que define a este Bara por su importancia.
Desde la vieja posicin del interior derecha, ha asombrado por su precisin para dibujar pases al carril contrario, por encima de la defensa, al jugador que irrumpe como un tren y llega al rea para cruzar el pase de gol o para rematar. Nadie lo interpreta mejor que Jordi Alba, pero se puede decir lo mismo de Neymar o de Rakitic, autor del primer gol en Crdoba. Ha sido una jugada tan reiterada y tan eficaz que siempre estar asociada a Leo. Es lo que tienen los jugadores especiales. Ponen nombre a las cosas.
Tampoco es cuestionable el de Cristiano en el Madrid, donde sus registros tambin mejoran de forma sustancial los datos del curso anterior.
Cristiano ha marcado 42 goles, 11 ms que en la Liga 2013-2014. Le faltan cuatro tantos para igualar su rcord de la temporada 2011-2012. Son cifras que impresionan en todos los aspectos. Desde el ao 2010, ha anotado ms de 40 goles en tres temporadas. Como le sucede a Messi, ha mejorado sus promedios en casi todos los apartados. Es su temporada con ms intervenciones en el juego (92,4 por partido), la de mayor rendimiento por nmero de remates (6,3 frente a 7,1 de la pasada Liga), mayor nmero de goles por partido (1,3 por encuentro) y pases de gol (13 asistencias, 0,40 de promedio). Tambin ha aumentado la cifra de pases con respecto a las dos ltimas Ligas, con 37,9 por partido (27,1 en la 2013-14).
Las sensacionales estadsticas de Cristiano se producen cuando ha superado la frontera de los 30 aos, divisoria muchas veces ms psicolgica que real. Desde los nmeros, su estado es impecable. Aunque parezca mentira es un jugador an creciente. Al igual que Messi, todava ofrece novedades, en este caso sospechadas. Cada vez oficia ms de delantero centro, posicin donde nunca habra tenido rival si no fuera por su voluntad de operar desde los costados, especialmente el izquierdo.
Cristiano es el delantero centro perfecto desde el punto de vista tradicional, el del goleador que domina el rea con todos los recursos. Esta temporada ha favorecido la idea del portugus como ariete. Cada vez son menos frecuentes los goles generados en largas internada y cada vez se repiten ms los tantos a un toque, como los tres que marc en Sevilla -maravillosos por la manera de resolver las situaciones que definen a los grandes delanteros centro- o el que anot en el Camp Nou, apareciendo para desviar la pelota a la red con la puntera.
Todos los genios -desde Puskas a Maradona pasando por Cruyff y Beckenbauer- supieron adaptarse a los cambios de circunstancias: nuevos sistemas, prdida de velocidad, fatiga, edad... Esta temporada resulta fascinante por muchas razones. Una de ellas, quiz la ms visible de todas, es la eficaz incursin de Messi y Cristiano en territorios donde tambin revelan su magisterio.