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La revista Time impactó en su última edición con una portada que hacía alusión a la recuperación de una especie extinguida: el lobo huargo, que ha vuelto a la vida 12.500 años después de su desaparición. La noticia es, sin duda, llamativa y la portada, como suele ser seña de identidad de la publicación americana, acompaña.
En ella se ve a un ejemplar acompañada de la palabra 'Extinto' que se tacha, simbolizando el retorno de la especie desaparecida... hasta ahora. Lo acompaña un texto descriptivo en el que se identifica al ejemplar: "Este es Remus. Un lobo huargo. El primero que existe en 10.000 años. El concepto de especie en peligro de extinción puede haber cambiado para siempre".
La analogía de Tesla
A raiz de la expectación generada por la noticia, Tesla ha jugado con la idea y el concepto en sus redes sociales sustituyendo al lobo por uno de sus mayores 'errores': la sustitución de los tradicionales mandos de los intermitentes por botones en el volante.
La historia de esta idea fallida comienza con la renovación de los Model S y Model X que, además de alguna actualización estética, dio mucho que hablar por la desaparición de los mandos de los intermitentes. Una idea que no era nueva (de hecho, antes que Tesla nada menos que Ferrari ya los pasó al volante), pero que movió ríos de tinta apoyada por el 'hype' que acompaña cada movimiento de la empresa de Elon Musk.
La 'adaptación' de la portada de Time, versión automovilística, muestra uno de los elementos que desaparecieron temporalmente en los coches de la firma americana pero han retornado recientemente, al menos en el último Tesla en ver la luz: el renovado Model Y.
"Esto es un mando de intermitentes. Un indicador de intenciones. Volvió a la vida en el nuevo Tesla Model Y después de su rumoreada desaparición". Tesla se ríe de sí misma con el gancho de esta mala pasada de su habitual sentido de la innovación.
Los intermitentes en el volante tal y como los concibió Tesla han resultado menos acertados que la opción de Ferrari. El fabricante italiano los trasladó al volante por medio de dos pulsadores, situado uno a cada lado del radio central del volante que, aunque tampoco tiene un accionamiento ideal, está más logrado que el de los eléctricos americanos.
Porque Elon Musk prefirió colocarlos en el lado izquierdo del volante, junto a uno de los mandos giratorios, una solución mucho menos intuitiva ya de origen, y que no gustó en general... aunque en las respuestas de los s al tuit con la portada hay bastantes que piden el retorno de los botones como indicadores de dirección.