- Selección. Así son los cruces
Para volver a soñar hay que derribar un muro. Lejos de frases para vender tazas, es el nuevo reto del baloncesto español. La selección femenina busca las semifinales (14:30 horas) de los Juegos Olímpicos de París 2024. En la durísima ronda de cuartos, esa que causó la eliminación en Tokio 2020 (ante Francia) y la misma del mayor alegrón, la canasta milagro de Anna Cruz en Río 2016, de siempre. Es contra la potente Bélgica, villana de la final del EuroBasket (58-64) de Eslovenia.
Son cuartos, pero es todo. "Una final", dice Maite Cazorla, base titular. "Será un partido diferente a aquella final", explica Miguel Méndez, seleccionador nacional. Varias jugadoras (Allemand no está y Linskens baja su aportación) cambian de rol, aunque el peligro es la estrella Emma Meesseman. Es diferencial.
Será un partido muy diferente al del EuroBasket
Destrozó a Japón, con 30 puntos, 11 rebotes y cinco tapones. Lleva anotando, al menos, 20 puntos en siete partidos de Juegos Olímpicos consecutivos y nadie desde Sidney 2000 alcazaba unos guarismos como los que hizo ante las asiáticas. Indefendible.
HAY DONDE CREER
El EuroBasket y el choque de preparación(76-58) de Charleloi no son los mejores precedentes, aunque la España de los Juegos cree. Lo hizo ante China con el triple milagro de Leo Rodríguez, también en los tiros libres de Laura Gil contra Puerto Rico y en la paliza a Serbia. "Somos cada día mejores. Tratamos de hacer un partido completo, en la final del Europeo no bastó con jugar 37 minutos. Tienen que ser los 40", cuenta Méndez tras el último entrenamiento en las canchas de la Villa Olímpica de París.
La realidad es que, sea cual sea el resultado, España no engaña a nadie. Su identidad está clara. Con defensa fuerte, actividad en ataque, más la inspiración de Megan Gustafson (17 puntos y 10 rebotes de media en París 2024) como faro por dentro. "No podemos perder nuestro estilo. Agresivas en ataque, mover el balón y tener un nivel defensivo alto", concreta Cazorla.
EL REGRESO DE CONDE
Y estará María Conde. Su regreso, tras problemas en una mano, contra Serbia (15 puntos) fue brillante, y es otra pieza que cambia la cara de España. Da más variantes, abre más el campo y es capaz de compenetrarse con Cazorla, Rodríguez o Gustafson, las líderes del equipo en faceta ofensiva.
"Es una líder del grupo, hace muchas cosas y es positiva para todas", cierra Méndez. Luchan contra el muro a romper por España. Ese que cayó con la canasta de Cruz ante Turquía. Y ese que representa la estrella mundial Meesseman como rival a batir en los cuartos de los Juegos. Bélgica y la revancha son los alicientes del partidazo en Bercy.