En un día de marzo como el de hoy, pero de 1827, Ludwig van Beethoven falleció tras una larga enfermedad que lo dejó varios meses en la cama. Un cuarto de siglo antes, el músico dejó escrito un testamento en el que le pidió a sus familiares que se hiciesen públicos los detalles de su fallecimiento y las enfermedades que había tenido.
Ahora, casi dos siglos después, un equipo de científicos ha querido cumplir las palabras de Beethoven con la mayor exactitud posible a través del análisis genético de su ADN. A través del cabello del compositor, que se ha podido identificar como suyo, los investigadores se han puesto manos a la obra.
Según señaló el bioquímico Johannes Krause, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, “nuestro principal objetivo era arrojar luz sobre los problemas de salud de Beethoven, entre los que se incluye la pérdida progresiva de audición, que comenzó a mediados y finales de sus 20 años y le llevó a la sordera funcional en 1818”.
Paradójicamente, la pérdida de audición fue la razón principal por la que Beethoven tuvo que dejar la música. Todo comenzó con un tinnitus a los 20 años que fue degenerando en una menor tolerancia a los ruidos fuertes y acabó con la pérdida auditiva a los tonos agudos.
El último dato clave en la vida de Beethoven: su línea paterna no coincide
Además, otro de los problemas de salud que acompañó al músico a lo largo de su vida fueron ataques crónicos de diarrea, fuertes dolores en el abdomen y principios de una enfermedad hepática. Según los últimos datos, una infección de hepatitis B pudo ser la que terminó con su vida a los 56 años. Sin embargo, “no se ha podido encontrar causa definitiva para la sordera o los problemas gastrointestinales de Beethoven”.
No obstante, una de las cosas que lo cambian todo es la falta de coincidencia en la línea paterna de Beethoven. Tristan Begg, antropólogo biológico de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), da la clave de este caso: “Este hallazgo sugiere un caso de paternidad extra parental en su línea paterna entre la concepción de Hendrik van Beethoven en Kampenhout (Bélgica) hacia 1572 y la concepción de Ludwig van Beethoven siete generaciones después, en 1770, en Bonn (Alemania)”.
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