viernes, 13 marzo 2009, 00:03 386s5o
Barber, un melodrama 3f5l3r
La presentacin del equipo Pepe Pons sirve de excusa para hablar de su estrella: Hctor Barber. Es un piloto que no deja indiferente, que o le odias o le amas. Para m es un como ver un melodrama: unas veces te res y otras lloras. Cuando le ves en pista, tiene arranques de genio: le ves trazar distinto al resto, recortar varias dcimas en una vuelta al que le precede, o rodar slido varios giros e impidir que se aproximen, o realizar un adelantamiento inverosmil. Es por esto que muchos ven en l un talento innato casi a la altura de Rossi. Gente como ngel Nieto le venera. Sin embargo, tambin tiene momentos en que te desespera: cuando se pica absurdamente con alguien olvidndose de que hay ms carrera, yendo a rebufo parte de los entrenamientos (como le acusaba Lorenzo), pasndose en una curva aparentemente fcil... Es por esto que muchos consideran que est sobrevalorado.
Quizs por esta dicotoma, Barber es capaz de poseer un cierto poder de atraccin sobre los patrocinadores. Otros las pasan canutas para que una empresa apueste por l. Hctor fue el sustento del team Toth y, ahora lo es de Pepe Pons (felicidades a su mnager Xavi Prez). Le ayudar tener a Sito a su lado? Se supone que s, que sus consejos deben ser tiles. Pero, la clave es l. Ms bien, su cabeza. Desde hace tiempo tiene un psiclogo. Supongo que le ha ayudado a superar su grave lesin. Ahora debe ayudarle a centrarse, a conseguir que sea regular. Sin eso es imposible ser campen del mundo. Hctor parece que lo sabe porque as lo indica en todas sus declaraciones, pero debe ponerlo en prctica.
Dice que ya ha olvidado sus movidas con Simoncelli. Ojal, pero lo dudo. Yo, al menos, no olvidara a alguien que me ech de pista y que casi me mata. Eso lo entiendo. Hay que ser muy poco humano para abstraerse tanto. Lo bueno para Barber es que el talento siempre est. Es como ver a Maradona tirando faltas, siempre lo har bien. Lo malo para Barber es que la confianza hay que devolverla con resultados y en eso siempre est en el borde. Corres el riesgo de ser 'la eterna promesa', como defini Caldern a Guti.