mircoles, 9 diciembre 2009, 02:12 ef60
Una goleada justa y convincente 5t1k5x
Fue un bao. Es fcil decirlo con el respaldo del marcador final (1-4), pero creo que si nos hubiramos reunido unos cuantos aficionados neutrales en el descanso habra habido unanimidad: tambin entonces, con 1-1, estaba siendo un bao. Un bao con un parntesis: el golazo de Trezeguet a pase de Marchisio tras robo de Diego. Y nada ms. El Bayern fue superior a la Juve en todos los sectores del campo. Ms llamativo an: domin la zona central pese a estar en terica inferioridad numrica en esa parcela (Schweinsteiger-Van Bommel contra Melo-Marchisio-Camoranesi), mostrando una capacidad formidable para atacar y defender en bloque. El conjunto de Van Gaal experiment una mutacin notable: si el viernes ante el Gladbach concedi infinidad de oportunidades y pareci incapaz de detener los contragolpes rivales, en Turn, con el mismo once idntico, prcticamente no pas apuros. Es ms: contagi esa desesperante nulidad en la transicin defensiva a la escuadra de Ferrara, que se parta una y otra vez. A los doce minutos ya se observaba una diferencia abismal. Luego poda pasar cualquier cosa, porque a veces no ganan los mejores. Pero esta vez s. El Bayern mand, gan y convenci. Y lo hizo sin Toni, sin Klose, sin Ribry y limitndose a sacar a Robben veinte minutos (veinte minutos de placer!, qu sera de este futbolista tan desequilibrante si pudiera gozar de plenitud fsica?). Este 1-4 del Comunale debe marcar el punto de inflexin en la temporada del Bayern, tremendamente irregular hasta ahora, capaz de combinar actuaciones desastrosas con algunas otras que ya insinuaban su capacidad para aspirar a la perfeccin. Si yo fuera un primero de grupo, no lo querra como rival en octavos.
Ah, esta vez no hizo falta ni que Mller jugara un partidazo. No fue el mejor. Ese papel qued reservado para Ivica Olic, el hombre que provoc el penalti del 1-1, el hombre que anot el 1-2, el hombre que ya antes se haba acercado dos veces al gol, el hombre que fue un incordio constante para toda la zaga juventina. Creo que poco va a jugar Luca Toni a partir de ahora. En la otra orilla, la prensa italiana cargar con dureza contra Ciro Ferrara, claro perdedor en su primera finalsima como tcnico. Ojo, dejemos claro que la Juve no funcion ni antes ni despus de los cambios. O sea, que sus modificaciones tampoco es que empeoraran el panorama, que ya era pobre de por s. Pero s quitaron la ilusin, dejaron a la aficin sin sus cracks ms venerados, convirtieron al equipo en un hurfano sin gua ni salvador. Primero retir a Del Piero -por Poulsen!-. Despus, a Diego. Por ltimo, a Melo. Este fue ms entendible, pero abri otro debate: cmo es posible que en el da en el que ms te juegas acabes sustituyendo a los dos fichajes estelares del verano, los dos refuerzos que justificaban tu nuevo proyecto ambicioso? Muchas preguntas por responder y alguna situacin surrealista: el equipo necesit el empuje de Martn Cceres para generar algo de peligro, convirtindose el uruguayo en el pual ms desequilibrante con sus subidas por la banda derecha. Su mpetu descontrolado, que en el primer tiempo haba acabado en penalti en contra, estuvo muy cerca de darle a Trezeguet el 2-2. Pero demasiado premio habra sido. Al final, el resultado se ampli sin ser nunca exagerado. 1-4. La diferencia real que se vio sobre el campo.
