lunes, 29 agosto 2011, 17:43
Mi visión del Arsenal tras el 8-2 5r6g4w
Lógicamente, el humillante e histórico 8-2 que recibió ayer el Arsenal en Old Trafford ha desatado un nuevo huracán de críticas hacia Arsène Wenger y su proyecto en Islington. Uno no quiere convertirse en defensor de causas perdidas ni agotar con discursos repetidos. Ni agotar ni agotarse, porque el asunto ya desgasta. Mi idea, que no se modifica con un resultado -nunca una idea debe modificarse con un resultado-, es que Arsène Wenger es el gestor ideal para un club en la situación actual del Arsenal -del contexto específico, absolutamente necesario para cualquier análisis, hemos hablado muchas veces-. No sólo es el gestor ideal: Wenger ha convertido al Arsenal en un club estructuralmente modélico. Tras haber logrado el objetivo principal de este inicio de temporada -clasificarse para la fase final de la Champions League por decimocuarta temporada consecutiva, todas las de la era del técnico alsaciano-, los gunners acudían a Old Trafford con escasas posibilidades de sacar un resultado positivo, masacrados por las ausencias y enfrentándose a un equipo que, este año sí, es muy superior. La derrota -incluso la derrota clara- era previsible. Obviamente no tan clara. Pero caer en Old Trafford entraba dentro de la lógica y nunca debía contemplarse como una tragedia en una temporada en la que la cuarta plaza sería un exitazo monumental.