viernes, 12 agosto 2011, 18:05 2n5053
El aliciente Villas-Boas 5l1k3n
Arranca maana la Premier League, aparentemente con tres candidatos claros al ttulo (Manchester United, Chelsea y Manchester City) y con tresoutsidersque tendrn como objetivo principal garantizarse una plaza de Champions League (Arsenal, Liverpool y Tottenham). De todo ello he hablado a fondo enla charla digital de hoy con los lectores de esta web, pero apetece detenerse en el que quiz sea el principal aliciente de la nueva temporada en Inglaterra: la llegada de Andr Villas-Boas. Ms que el fichaje de cualquier jugador (aunque el de Agero debe representarle al City un salto de calidad an mayor), la presencia en Inglaterra de un entrenador que irrumpi con la fuerza de un huracn en el ftbol europeo la pasada temporada suscita multitud de preguntas: podr emular a Mourinho y ganar dos ligas en sus dos primeros aos?; lo superar, alcanzando tambin la gloria europea que tanto se le ha negado al Chelsea?, aadir al ftbol arrollador de su maestro un cariz asociativo que se le apreci en el Oporto y lo distingui estilsticamente del nombre al que siempre ha sido asociado?. De buenas a primeras, su llegada supone un cambio de rumbo total en el Bridge, ya que por primera vez desde la salida de Mourinho se apuesta por un tcnico con ms futuro que pasado (no fue as con Scolari, Hiddink ni Ancelotti) y se le da libertad total para cambiar incluso la forma de juego caracterstica de losbluesen los ltimos aos (la llegada de Romeu, los elogios a McEachran y el insistente inters por Modric nos lo hacen sospechar). Quiz, a da de hoy, sus dos grandes rivales se han reforzado mejor (el United no slo con Young, Jones y De Gea; tambin con Cleverley y Welbeck, que ya mostraron el domingo que pueden ser importantes), pero el aire fresco que se respira en Fulham Road, el hambre renovado, la ilusin regenerada, sitan al Chelsea en una posicin puntera en la parrilla de salida. Y si Villas-Boas es el principal responsable de ello... apetece recordar qu logr, el ao pasado, dirigiendo al Oporto.
De Coimbra a la lite europea en cuestin de meses
Cuando Andr Villas-Boas lleg a Coimbra, no sabamos ni escribir su apellido. Haba expectacin, pero nadie -ni aquellos que habamos sido advertidos sobre su extraordinario conocimiento del juego y sobre su temperamento altamente competitivo- poda imaginar que menos de veinte meses despus conseguira un triplete con el Oporto. Si los genios destacan por su precocidad, el ex ayudante de Mourinho supera todos los registros. Tres ttulos a los 33 aos, tres ttulos en su primera temporada completa como entrenador profesional. Pero no nos quedemos slo con los resultados. Hablemos de la forma con la que los logr. De lo convincente que fue su equipo, uno de los mejores de Europa en la ltima campaa. De haber jugado la Champions y no la Europa League, no habra sido nada raro que a finales de mayo lo hubiramos visto en Wembley. Afirm, cuando iba a enfrentarse al Villarreal en semifinales de la EL, que el Oporto me pareca, en ese momentos, el tercer mejor equipo del continente, slo por detrs del Barcelona y el Real Madrid. Obviamente, la afirmacin ita debate y rplica, porque ah estaban los Manchester United o Borussia Dortmund para discutirle el ttulo honorfico. Sin embargo, slo el hecho de que se llegara a considerar esa posibilidad ya representaba un logro para un club que, por competir en una liga considerada de segundo nivel por el pblico y la crtica, no suele ser tenido en cuenta a la hora de disear los listados de los conjuntos TOP del universo.
El 27-3-0 tiene un mrito brutal, en Portugal y en cualquier sitio
Un argumento que se suele utilizar para quitarle mrito a la hazaa del Oporto de Villas-Boas es recordar que sus magnficos nmeros los logr en un campeonato con menor exigencia competitiva que los de Inglaterra, Espaa o Italia. Es verdad. Pero el hecho de jugar la liga portuguesa no puede invalidar permanentemente a sus equipos a la hora de enfrentarlos con los dems. Habr que comparar los registros con los precedentes en el mismo pas para darnos cuenta de si son corrientes o excepcionales. Y aunque el ejercicio es complicado por las modificaciones en el formato -se pas de 18 equipos a 16 en 2006, y de 2 puntos por victoria a 3 en 1995-, podemos afirmar que los nmeros del Oporto de la pasada temporada en la Liga Sagres (27 victorias, 3 empates, 0 derrotas) son los mejores desde que el Benfica de Jimmy Hagan arrasara en la campaa 1972-73 (28-2-0). Si el ao pasado el campen perdi 6 puntos, en las cinco temporadas anteriores (desde que el torneo consta de 30 jornadas) haba dejado de sumar 14 (Benfica 2010), 20 (Oporto 2009), 15 (Oporto 2008) y 21 (Oporto 2007). O sea, nmeros muy inferiores a los de Villas-Boas. Vayamos ms all: el mismo Oporto que en la 2010-2011 acab con 84 puntos, sum slo 68 la temporada anterior. Y con Nicols Otamendi y Joao Moutinho como nicas incorporaciones en el once titular. La transformacin fue impresionante.
La imagen de Dubln no defini al Oporto 2010-2011
Recibi el Oporto crticas tras ganar en Dubln la Europa League por haber mostrado un ftbol poco brillante, ms bien lento y tremendamente espeso en la final ante el Braga. Imagino que el espectador que no haba visto antes al equipo de Villas-Boas debi considerarlo un conjunto vulgar. Es cierto: esa noche no deslumbr en absoluto. Pero fue ms la excepcin que la norma, y quiz fue mrito de ese Braga de Domingos Paciencia que, sin enamorar a nadie, consigui neutralizar a tantos rivales en Europa la pasada temporada (Sevilla, Arsenal, Liverpool, Dinamo de Kiev, Benfica...). Lo habitual en el Oporto fue todo lo contrario a lo de la noche irlandesa: brillo, dinamismo, velocidad en la circulacin de baln, aprovechamiento inteligente de las bandas... Un desempeo atractivo y espectacular que sac el mejor rendimiento de gente como Falcao, que jams haba alcanzado esas cifras; Joao Moutinho, que en los ltimos aos en el Sporting pareca estancado; o Guarn, eterna promesa del ftbol colombiano que en Europa haba pasado ms tiempo en los banquillos que en el csped. Sacar lo mejor de cada futbolista, hacerle rendir al mximo: ese fue uno de los principales mritos de Villas-Boas, de quien se haba hablado muy bien como ojeador de rivales, pero que en su primera gran experiencia como tcnico nos demostr que es un fenmeno de la motivacin. De este modo, ms que la final de la Europa League, representaron mucho mejor la globalidad de la campaa las actuaciones ante el Benfica en la Liga Sagres (un 5-0 para la historia), la segunda parte contra el Villarreal en Dragao o incluso el partido de vuelta ante el Sevilla, en el que el equipoperdi por 0-1 pero dio muestras ya de su enorme potencial ofensivo -aquel da torpedeado por una extraa falta de acierto-. Villas-Boas posee el carcter ganador de Mourinho -se le ve en sus celebraciones, en sus ruedas de prensa, en sus reacciones ante las decisiones arbitrales que le perjudican-, pero se reconoce irador del juego del Barcelona de Guardiola. Mezclar los dos conceptos es su objetivo, y en Oporto, por momentos, lo logr. Hacerlo ahora en una de las ligas ms importantes del mundo, y tambin en la Champions League, es el gran reto que se le presenta.