sábado, 28 mayo 2011, 03:07
La final de los insaciables 4w4f1
Fergie tiene dos y Pep (como técnico) una. Para ninguno de los dos la noche de este sábado 28 de mayo es la noche de todos los tiempos. Es muy difícil que constituya el mejor recuerdo de su carrera deportiva, que se convierta en el highlight de su trayectoria. Y sin embargo, desean ganar. Lo darían todo por ganar. Pertenecen a esa clase de animales competitivos que no quedan saciados tras la victoria. Ni tras la enésima victoria. Y sus equipos se han contagiado de su sed, de su ansia, de su necesidad casi física, de su naturaleza incontenible. Sólo así se entiende que, tras ganar todo lo que puede ganarse, el Barça de Guardiola siga peleando con la ilusión del primer día. Sólo así se comprende que un Manchester United que nos parecía -no sólo a mi: a la mayoría de analistas, a muchos entrenadores de la Premier- inferior al de otras épocas haya competido al máximo nivel en Inglaterra y en Europa. Los azulgrana se exigen mantener el hambre y se retan a sí mismos para intentar aumentarlo. Los red devils dan otra vuelta de tuerca más a su compromiso con la camiseta y la historia del club y consiguen que su esfuerzo minimice sus carencias. A los finalistas de cualquier Champions League se les presuponen virtudes futbolísticas. Los de Wembley 2011 añaden a ellas impresionantes facultades temperamentales.