Se cumpli lo anunciado: el campen del mundo sub-20 sali del cuarto de final entre Espaa y Brasil, un encuentro maysculo que, ya hace ocho das, enfrent a los dos mejores equipos de la categora. Y aunque otros buenos conjuntos seguan en competicin, la sensacin era que el ganador de aquel duelo acabara levantando el segundo ttulo ms importante de selecciones en el universo FIFA. La batalla de Pereira, resuelta en la tanda de penaltis tras un choque de contraste de estilos, equilibrado, con fases para cada equipo -de la superioridad con baln del equipo de Lopetegui en el primer tiempo se pas a un periodo en el que el ritmo alto de la canarinha caus estragos-, nos volvi a demostrar, como tantas otras veces, que la diferencia entre la gloria mxima y la sensacin del objetivo incumplido puede ser mnima en su origen: el acierto en una tanda de penaltis, y ya. Estuvimos cerca, pues, de dedicarle hoy el artculo que merece el campen -muy convincente en la mayora de sus compromisos- a los Romeu, Isco, Bartra, lvaro Vzquez o Sergi Roberto, ya realidades monumentales con evidente futuro de seleccin absoluta. Pero el jugador ms importante del torneo acab siendo brasileo. Y ya que la FIFA lo dej incomprensiblemente fuera de su listado de nominados al Baln de Oro del Mundial -para mi, ya apuntaba a MVP antes de anotar los tres goles en la final-, lo compensaremos con un homenaje en este blog. Se llama Oscar y juega en el Internacional de Porto Alegre.

La primera vez que vi a Oscar, acababa de llegar al Inter procedente del Sao Paulo. Fue en el Sudamericano sub-20 de Per, y jugaba en tres cuartos de campo con la canarinha juvenil, completando una lnea en la que destacaban Neymar y Lucas Moura. Claro, en ese contexto, llamaba poco la atencin, porque era el menos espectacular, el menos deslumbrante, de todos los jugadores que se movan por la zona de medias puntas. Oscar es un gran conductor, retiene la pelota movindose con elegancia hasta el momento en el que ve el mejor pase posible, y en esa sub-20 el que aglutinaba la posesin casi siempre era Neymar. Por todo ello, pese a dejar buenos detalles, no acabamos ese campeonato con su nombre anotado en la libreta de grandes promesas del continente. En la misma Brasil, el todocampista Casemiro y el lateral Danilo se llevaron mayores elogios.

Entonces Oscar volvi a la disciplina del Inter y arranc el 2011 para l a nivel de clubes. Y fue entonces, como en tantos otros casos, cuando el amigo Joao Vaz me puso sobre la pista. "El Inter no est notando tanto la baja de Giuliano porque ha fichado a Oscar". Fue l el primero que, en mi entorno, relacion esos dos nombres, los situ en un mismo plano. S, hablaba del gran Giuliano, aquel interior ofensivo al que ya situ en mi once ideal del Mundial sub-20 de 2009 y que luego me acabara emocionando en la final de la Copa Libertadores 2010 en Beira-Rio. De ese Giuliano que se alej un poco del seguimiento meditico al marcharse, contra pronstico y priorizando la decisin econmica a la deportiva, al Dnipro ucraniano actualmente dirigido por Juande Ramos. Cuando Joao me habl de un Oscar capaz de hacer olvidar a Giuliano, dud. Me pregunt: "Oscar? Ese Oscar media punta, correcto y poco ms, que vi en la cita de Per? Ese Oscar que a diferencia de Giuliano apareca slo en el ltimo tercio, y no participaba en la transicin desde el crculo central hacia el rea?". El Mundial de Colombia, cita ms importante, ms exigente, ms trascendente a ojos del mundo, me respondi a esas preguntas. S, ese Oscar.

Creo que hay un momento que me cambia el chip en relacin a Oscar. Es la segunda parte del octavo de final Brasil-Arabia Saud. Ney Franco, que se ha revelado como un estratega tctico maysculo con sus cambios de posiciones y sistemas durante los partidos en funcin de las necesidades concretas del equipo, haba salido a jugar con un centro del campo formado por Fernando, Casemiro y Danilo. Entre los tres se estorbaban, se quitaban el espacio, y el equipo no era fluido. Perfiles bastante parecidos, ningn creador claro. Su modificacin en el descanso fue sorprendente: retir a Casemiro -que en este campeonato ha quedado eclipsado por sus compaeros de la lnea medular- y retras a Oscar, que haba empezado como uno de los tres atacantes. El segundo tiempo de la canarinha fue un espectculo, nada que ver con el primero. Fernando se sinti ms cmodo, Danilo tuvo ms campo para utilizar todo su potencial fsico y Oscar recibi ms atrs y dot al conjunto de un cerebro. 3-0. Desde aquel momento, en los tres partidos restantes, Ney Franco pas a empezar siempre con Oscar retrasado, unos metros alejado del tro Coutinho-Willian-Henrique.

Oscar ya fue, probablemente, el mejor de Brasil ante Espaa. Repleto de confianza, creci su importancia partido tras partido. En un equipo que por el mpetu de varios de sus futbolistas poda tender a la aceleracin en la toma de decisiones, l aport la pausa, la calma. l fue el director de orquesta del ataque meditado. l, como Giuliano, pas a estar en el principio y el final de las jugadas, se movi por una zona indefinida y conjug la lectura de partido global del medio centro con la profundidad y la agudeza del media punta. Cada vez se pareca ms a Giuliano, y slo le faltaba marcar goles en los momentos decisivos para que el paralelismo fuera perfecto. Y los anot. Tres en la final, un hat-trick para la historia que, ms all de apoyarse en la fortuna en alguno de los tantos, le proporcion un papel central en el ttulo de su seleccin.

A su llegada a Rio de Janeiro, se sinti tmido ante los elogios y se comport como un hroe sencillo. Como Giuliano. Y record que el mircoles tiene una final con su club, en Beira-Rio, ante Independiente de Avellaneda en la final de la Recopa Sudamericana. Ese es su prximo objetivo: celebrar un ttulo internacional en su estadio con la camiseta del colorado. Como Giuliano.