jueves, 10 diciembre 2009, 00:09 6h222s
El Inter, por pegada 494y6x
No enamor, no hizo un homenaje al ftbol combinativo y probablemente no convenci a ninguno de sus crticos -aquellos que no lo sitan como candidato real al ttulo de la Champions-. Pero el Inter gan en una finalsima que tena ms peligro del que el nombre del rival aparentaba. Jugaba contra el Rubin, pero se enfrentaba tambin a la ansiedad, a la presin terrible de volver a fracasar en Europa demasiado pronto, a la amenaza de una tormenta furibunda sobre su tcnico en caso de debacle. Y gan por pegada. Dndole la razn a Jos Mourinho, que sac el equipo ms golpeador que poda alinear. Nunca busc dominar. Busc contundencia y gan por contundencia. Meti en el mismo once a Balotelli, Eto'o, Milito, Sneijder, Stankovic y Motta. Tres delanteros puros, un media punta claro y dos centrocampistas de gran recorrido y una llegada notable. O sea, el mximo posible de elementos con capacidad goleadora. Y gan justamente por eso: por tener gente que no duda ante un baln suelto en el rea, por tener a un atrevido que chuta una falta con toda la conviccin del mundo desde su casa.
Exactamente esa fue la diferencia. Porque Gkdeniz tuvo una buena situacin de gol con 0-0, porque casi todos los jugadores de ataque del Rubin llegaron alguna vez a una posicin de remate en el segundo tiempo con 1-0. Lo de Balotelli es especialmente remarcable, porque adems dio el pase del primer tanto con una delicatessen que nunca esperaras de un prototipo de punta fsico como l. Pero engaa: es tambin tcnico. Lo tiene todo para triunfar, salvo el temperamento. El gran reto de Mourinho es domarlo. Por lo pronto, ya ha conseguido que haya sido decisivo en el encuentro ms importante de la temporada. En este tipo de situaciones tienes que asumir lo malo para disfrutar de lo bueno. Tienes que aceptar -aunque te cueste- que haga una falta tonta en campo contrario que le conlleve una absurda amarilla. Tienes que aceptar -aunque te cueste an ms- que desperdicie dos contragolpes por no soltar la pelota y querer hacer la accin individual. Porque ese carcter alocado es el que luego le dice que la falta desde treinta metros la chuta a puerta con toda su alma. Quiz si fuera un generoso y jugara en equipo, en ese libre directo preferira centrar, o dejarla a un compaero y acudir al remate. Pero no, la chuta y la mete. Por eso Jos lo soporta.
Una mencin especial a la dignsima participacin del Rubin Kazan. Su segunda parte en Miln, el no bajar los brazos, el ponerse a tocar, el juntar a los buenos, el nos vamos a ir pero nos iremos con estilo, ha sido irable. De hecho, no hubo en ello aceptacin de la derrota, sino un intento desesperado de agarrarse al ltimo clavo ardiendo optando por el ftbol que ms dao poda hacer al Inter fisiqusimo. Por momentos, queriendo imitar al Bara. (S, aunque suene a sacrilegio, el ultradefensivo Rubin quiso que Semak, Noboa y Ryazantsev fueran Xavi, Iniesta y Messi. No lo son, por supuesto, pero no hubo en su intento un ridculo espantoso, ni mucho menos). Nos han dejado unos cuantos jugadores interesantes, ms all de la figura del Chori, del que ya se ha hablado tanto. Y han dado un pasito ms para acercar el ftbol del Este al del Oeste, para dibujar una Europa en la que los nuevos nombres no estn tan lejos de los clsicos de siempre. Felicidades.
