mircoles, 13 enero 2010, 10:04 5y6u6b
CAN, da 3: el eterno Hassan, alma de una mquina perfecta 3l5b3f
Por qu lo hacemos? Porque cuando fracasan en la fase clasificatoria para el Mundial nos entran dudas? Porque creemos que se habrn hartado de ganar? Porque creemos que dependen de aquellas individualidades que esta vez se ausentarn? En nuestras porras, en nuestros pronsticos, nos hemos vuelto a olvidar de Egipto. "Es el mejor equipo tcticamente de frica", repetimos convencidos, "pero esta vez me da que no...". Hasta que saltan al campo y destrozan a un favorito. Hace dos aos lo hicieron con Camern. Ayer, contra la Nigeria de Mikel.
Que nos quede claro para siempre. Ms all de los nombres, el concepto bsico en el Egipto de Shehata es el colectivo. La organizacin tctica, el movimiento conjunto de las piezas. Un equipo que ataca organizadamente, tan lejos de la anarqua previsible de la irada Costa de Marfil. Idolatramos a Abou Trika porque es grande, pero l no es la respuesta al misterio de tantos xitos. Es, quiz, un porcentaje de ella, una porcin entre tantas. Sin el media punta titular, el estratega faranico le encomend la misin de jugar liberado a Ahmed Hassan, uno de los grandes mitos alternativos del ftbol mundial de la ltima dcada. Ya habl autnticas maravillas de l en el partido que forz el desempate ante Argelia, pero con su clase no existe la posibilidad de la decepcin tras la euforia. En un torneo en el que lo que ms se echa de menos son pasadores agudos, su asistencia en el 1-1 de Moteab fue digna de los mejores visionarios del mundo -y aqu visionario tiene un sentido tremendamente positivo-. Marc el 2-1 con fortuna, pero fue su dominio de los tiempos, su claridad que recuerda a todos aquellos maestros del ftbol actual -s, incluso aquellos en los que ests pensando- la que lo volvi a convertir en figura. El contragolpe que conduce en el 90', a sus 34 aos, con el encuentro sentenciado, tirando un sprint para llegar a rematar, es la ensima muestra de su compromiso indudable, de su sacrificio aadido al talento indiscutible. En el engranaje mecnico perfecto, su imaginacin logra que el producto final tenga alma propia. Que nadie descarte a Egipto mientras juegue Ahmed Hassan. Que nadie descarte a Egipto mientras lo entrene Shehata.
Y Nigeria? Sali con un sistema distinto al que nos tiene acostumbrados, renunciando a su tpico 4-2-4 y apostando por un hombre ms en el centro del campo. Le dio, como siempre, la manija a Mikel, aqu centrocampista creativo. Y aunque por momentos combin de maravilla con Obassi, poco a poco fue perdiendo su batalla de genios con Hassan, que lo derrot claramente en la carrera de fondo. Preciosa metfora de lo engaosas que pueden ser las etiquetas y las apariencias: t juegas en el Chelsea y vives irado en el glamour de Londres, yo fui simplemente un futbolista del Besiktas y el Anderlecht que ha vuelto al Cairo para retirarse en el Al Ahly, pero de este juego an te puedo ensear muchas cosas. Las guilas verdes, por momentos, se parecieron a los elefantes, incapaces de generar espacios por combinacin colectiva. Preocupante veredicto, aunque en su caso la excusa es vlida: el rival era de nivel. No deben tener dificultades para superar la primera fase -sobre todo tras ver el Mozambique-Benin-, pero otro asunto ser su capacidad para competir en las ltimas rondas. Ah ya generan ms dudas.
HOY EN LA CAN HEMOS APRENDIDO QUE... Egipto sigue sacando jugadores de la nada. Mete piezas annimas en su sistema trabajadsimo y todas parecen adaptarse sin problemas. La ltima, Gedo, un centrocampista que en tres partidos con la seleccin ya ha marcado dos goles y que ayer finaliz de maravilla el contragolpe del 3-1.